Si al principio de la temporada alta de playa pudo parecer que en algunos accesos como el principal de Santa María del Mar se habían instalado demasiados contenedores naranja para la basura, en otros, como el más cercano al chiringuito Bebo Los Vientos, en La Victoria, se ha demostrado que son totalmente insuficientes. Al menos para la afluencia de bañistas que se registró el primer domingo de agosto, coincidiendo con el Trofeo Carranza.

Como puede observarse en la foto tomada la tarde de ese mismo día, los siete u ocho contenedores (fuera de plano hay alguno más) estaban ya completamente repletos en torno a las 18:00 horas y rodeados de latas de refrescos, restos de comida y esqueletos de sombrillas y sillas de playa ya inservibles. Algún niño que merodeaba entre toda aquella basura desparramada logró transformar en juguete las varillas rotas de un parasol, pese a las reprobaciones del adulto que lo acompañaba.

Por otro lado, sigue sin solucionarse el problema que está generando la falta de al menos un contenedor de papel y cartón más en la batería de Avenida del Puerto 2, bajo el Edificio El Fénix.

Los alrededores de este container continúan repletos de cajas de vino, copas, verduras, fruta y otros víveres de algunos de los restaurantes cercanos, incluido algunos de la calle Plocia.

Se ve que los servicios de limpieza procuran retirar todo lo que queda fuera de los contenedores, pero resulta obvio que la solución es un contenedor más. O aumentar la frecuencia de recogida de los residuos a varias veces al día. Y, por supuesto, hace falta civismo, mucho civismo, que no cuesta tanto depositar los cartones y el papel dentro del contenedor.