Experimento en el aula 203

Días antes hemos repartido una pequeña encuesta entre alumnos de 1º de Bachillerato de Ciencias y Humanidades del Instituto Fernando Aguilar Quignon acerca de su relación con el periódico de papel. El resultado es previsible, no sorprende. Su relación es casi nula. Sabemos a lo que nos enfrentamos.

Reparto una 'mano' de periódicos (25) en los pupitres y con Iván, el profesor de Filosofía, observamos su reacción. Algunos confiesan que jamás habían hojeado un periódico. Tengo la sensación de que lo observan como un artefacto extraño, como si mentalmente intentaran mover las columnas con los dedos. "Hablemos sobre fósiles", supongo.

Lo que amablemente ha aceptado este grupo es que leamos juntos el periódico. Sin más. El ejemplar que tienen delante es el del pasado martes 14 de junio. Y empezamos por la portada. "¿Qué os llama la atención?" "Esto: Le maté porque tenía miedo". Es la foto de primera en la que un acusado de asesinato mira hacia su abogada. "¿Conocéis el crimen?" "No, pero tiene intriga". "¿Alguno sabe algo de este crimen?" Ni idea, nadie lo conoce. Pero rápidanmente a otro se le ha ido la vista hacia otro sumario, uno sobre Ronaldo con sus problemas fiscales. También aparece en primera una reseña sobre la moción de censura. Nadie la menciona. "En los periódicos hay mucha política. No nos interesa mucho".

Mala suerte porque la doble de En Portada, el tema que diariamente el periódico trata en profundidad, es de cambios en el organigrama de la Junta. Los alumnos miran las dos páginas como si estuvieran escritas en chino. El titular es una metáfora para explicar el relevo entre López Gil y Juan Luis Belizón: "El piloto releva al fogonero". "¿Qué es un fogonero?", preguntan.

Avanzamos hacia las páginas de Opinión y nos detenemos en lo que es un editorial. "Es la opinión del periódico". "¿La que tenéis los periodistas?" "No, la que tiene la empresa periodística". "Ah". "Es que los periódicos unos son de derechas y otros de izquierdas y entonces buscan darle a las noticias la forma que ellos quieren para convencernos". "Bueno, a vosotros no os convencen porque no los leéis". "Claro, por eso no son de fiar". "¿Y nosotros? -pregunto- ¿Qué creéis que somos en Diario de Cádiz? ¿Qué os suena que somos?" "De izquierdas no". "De derechas entonces". "No, no sé".

Seguimos hacia los articulistas y pregunto que elijan uno que les interesaría leer. Triunfa Pepe Monforte. "Ha llamado al artículo 'La novia encebollá', es un título muy bueno". "Si no tuvieráis otra cosa que hacer, ¿lo leeríais?" "Sí, parece interesante". Nos reímos todos del chiste de Miki & Duarte que recoge la frase incomprensible de Rajoy del "cuanto mejor, peor...", con la taquígrafa del Congreso volviéndose loca. Convenimos que de lo único que se han enterado de la moción de censura es de esa frase. "Porque ha sido trender topic..." "Trending topic", me corrigen.

Indico las páginas de Local y me sorprendo con una chica que rápidamente informa: "¡Es mi casa! La de la foto es mi casa". "¡Y el que lo escribe es mi primo!". Es una información sobre la denuncia por los pisos de Matadero. Orgulloso, reflexiono sobre que la prensa local tiene eso, la cercanía. Hablamos de nuestros vecinos. Pero dentro de toda la sección la información predilecta es la del gaditano que ha recogido firmas por Internet contra el examen de Selectividad, una información que el Diario obtuvo de las redes sociales. Ninguno ha leído la noticia en el periódico, pero todos saben lo sucedido. Pregunto que cómo se informan y salen las redes sociales. Gracias a ello me entero que muy pocos tienen Facebook porque eso es una cosa de los padres y, además, "dan muchas noticias falsas". Su medio es Instagram. Todos tienen cuenta en Instagram. Pregunto por las noticias falsas, que cómo hacen para saber si lo que leen es cierto o no. "Lo contrastamos, miramos en otros lugares". "Bueno, ese trabajo lo hacemos nosotros por vosotros. Antes de publicar en un periódico contrastamos... casi siempre". "Sí, los periódicos contrastan, pero luego dan la forma a la noticia para que aparezca de una determinada manera", contesta una alumna en un interesante ejercicio crítico. Acabo de aprender sobre la velocidad destructiva de este tiempo. Resulta que los periódicos somos una cosa antigua... ¡pero Facebook también! Y eso, de algún modo, me satisface. Consuelo de tontos, le llaman.

Nos enfrentamos a las páginas de Provincia. Supongo que no nos llevará mucho tiempo porque nadie en la encuesta ha contestado que ésta sea una sección que le interese. "En Cádiz se vive muy para adentro y esa es la idea que tenemos del Diario, que también es muy para adentro", me explican. Pero analizamos las páginas y a todos les parecen interesantes un montón de noticias: los narcos de Gibraltar, lo que pasa en los terrenos de Delphi, que Villaluenga tenga tantos bares por habitante... Y en Andalucía quieren saber sobre la formación para el empleo, una brutal pelea en Marbella, el caso de la mujer asesinada en Granada o el tercer grado a Del Nido. El nuevo Gobierno andaluz les interesa cero, un pito.

Las páginas de Deportes generan otro debate. Las chicas se quejan de que se dedique tanto al fútbol, pero de los veinte alumnos cuatro irán al partido del play off, casi todos estarán pendientes del resultado (incluso las chicas) y uno de los presentes reconoce que si el periódico cae en sus manos por algún casual se va exclusivamente a las páginas del Cádiz, aunque habitualmente se informa del equipo por una App o en el Marca. Es verdad que de las 16 páginas de Deportes, once están dedicadas al fútbol, pero hay otras cuatro que hablan de baloncesto, natación femenina, ciclismo o atletismo. "No sabía que se publicaran esas noticias, pero tendrían que ir más grandes", reconoce una de las que más se había quejado de tanto fútbol.

"Mirad, mirad esto". Se arremolinan unos cuantos ante la página que informa de la programación televisiva. Aquí sí que lo miran como a un hecho verdaderamente impactante. "¡Publicáis la programación de la tele!". "Se llama parrilla, sí. En su día era el único modo de informarse de lo que ponían en televisión". Y se quedan absortos ante esas dos páginas de colores, como si estuvieran ante una reliquia romana.

El experimento del aula 203 ha finalizado. Hemos puesto en contacto al mundo futuro con otro tiempo. Llamaremos al experimento Regreso al futuro.