“No puede costarnos más aparcar al mes que la matrícula con bonificación de todo un curso”. José María Cervilla, delegado del Campus de la Universidad de Cádiz en la capital y secretario del Consejo de Estudiantes de la UCA, resume así la insostenible situación que, año tras año, padecen los alumnos que se desplazan a diario a sus facultades desde otras localidades de la provincia o desde el otro extremo de la ciudad.

“Nada más arrancar el curso ya hay lista de espera para los abonos de estudiantes en los parkings del Club de Tenis y Santa Bárbara [35 y 20 euros al mes, respectivamente] porque ni el Campo de Las Balas ni Valcárcel son una opción, a razón de 1,20 euros la hora”, explica Cervilla.

El Consejo de Estudiantes calcula que el campus recibe entre 800 y 900 coches diarios

El Consejo de Estudiantes cifra entre 800 y 900 los coches de estudiantes, con una ocupación media de dos o tres personas, los que a diario buscan aparcamiento en el cínturón universitario, un objetivo cotidiano que la mayoría de la veces se convierte en imposible. A estos vehículos hay que sumar los de los profesores y el de los miembros del Personal de Administración y Servicios que todos los días se desplazan también en coche privado.

Según José María Cervilla, el problema es ahora más grave con la eliminación de plazas de aparcamiento que ha supuesto el carril-bici y la implantación de zonas reservadas para residentes.

Ante esta situación los estudiantes insisten en reclamar más plazas de aparcamiento con tarifas reducidas en los parkings públicos y una línea de autobús circular que partiendo de la nueva estación de la Avenida de Astilleros, haga parada en la de Renfe y en la de Plaza España para recorrer toda la Alameda, el Paseo de Carlos III, Duque de Nájera, Hospital de Mora, Campo del Sur, Concepción Arenal y vuelta a la estación de autobuses. Un recorrido que debería tener un precio reducido y adaptado a la habitualmente austera economía estudiantil.

El delegado del Campus de la UCA en Cádiz recalca que ya han hecho llegar esta demanda al nuevo rector, Francisco Piniella, con quien mantienen muy buena sintonía. Y recalca que la respuesta está en manos del Ayuntamiento y concretamente, de la concejalía que encabeza Martín Vila. “La última vez que le planteamos estas soluciones fue hace más de una año; las escuchó con mucha receptividad, pero a día de hoy todavía no han dado ninguna solución al problema”, asegura Cervilla.