Uno de los proyectos que giran en torno a la reurbanización de la avenida de Astilleros es la construcción de un aparcamiento subterráneo en el tramo más próximo a Plaza de Sevilla. La empresa municipal Emasa es la que se encargará de ejecutarlo, para lo cual está ultimando en estos momentos con dos entidades bancarias distintas las condiciones de la financiación de este aparcamiento, para decantarse definitivamente por una de ellas.

Además, Emasa está estudiando también la posibilidad de que el aparcamiento se construya licitando distintas fases. La primera de ellas sería el vaciado y la construcción del muro de pantalla, que saldría a concurso de forma independiente al resto de actuaciones que hay que acometer hasta tener funcionando ya este equipamiento.

En paralelo a estos trabajos que está realizando la empresa municipal de aparcamientos, se está a la espera de cerrar de manera definitiva la operación de venta de los antiguos talleres Faro a Zona Franca. Una operación que permitirá ingresar dos millones de euros a Emasa y que se espera cerrar antes de que acabe el año.

Ante el retraso de este proyecto y el avance de las obras en el segundo puente, el presidente de Emasa, José Blas Fernández, ha asegurado que como mínimo "queremos vaciar el terreno y urbanizar la avenida antes de que el puente entre en funcionamiento, aunque quede pendiente todo el interior". Esto vendría a asegurar que esta obra que afectará al tráfico en la zona estará lista antes de que los coches crucen la Bahía por el nuevo puente que desemboca en la unión de los barrios de Astilleros y La Paz.

Y es que Fernández recuerda que este tipo de actuaciones llevan consigo una compleja burocracia, tramitación y estudios a fin de que se haga correctamente. Aunque a su favor entiende que la obra no se topará con problemas añadidos al tratarse de un terreno ganado en su día al mar.