La finca de la calle Sopranis, 19 ya está completamente desalojada después de que en la mañana de este miércoles se hiciera efectiva la salida de los okupas que se encontraban alojados de manera ilegal desde hace bastante tiempo.

Efectivos de la Policía Nacional han acudido por la mañana para asegurarse de que la salida se llevaba a cabo sin ningún incidente. Un rato después de que llegaran pasadas las once de la mañana los agentes se marcharon del lugar, ya que los distintos integrantes de esta finca que ha estado en el ojo del huracán por los problemas que han producido, empezaron a marcharse de manera voluntaria y a sacar sus pertenencias.

El propietario de la finca quería rehabilitarla pero no podía llevarlo a cabo debido a que se encontraba okupada por algunas familias que habían llegado procedentes de la Corrala de la Bahía y de otros puntos de la ciudad.

La estancia de los mismos en este inmueble del barrio de Santa María ha causado numerosos problemas de seguridad y de salubridad. En este sentido, los vecinos se quejaban de trapicheos de drogas e incidentes como peleas que llegaron a causar alarmas en las inmediaciones. Precisamente uno de los integrantes de esta okupación ilegal se vio precisamente envuelto en un apuñalamiento en otra zona de la ciudad.

En el desalojo de esta finca ha participado la empresa gaditana Desokupamos para llegar a a un acuerdo y que abandonaran la finca.

Este miércoles aunque no ha habido incidentes, sí se podía ver cierta tensión entre los ocupantes del inmueble ante la presencia de los periodistas.

Estos iban sacando poco a poco los enseres que tenían y en el portal se podía ver una montaña de basura de pertenencias y desperdicios que quedaron como restos de la presencia de estas personas durante prácticamente dos años en esta finca.

En Sopranis 19 hay un caso distinto al de los okupas y es el caso de una inquilina que ha estado viviendo allí con su contrato desde 2016 y que actualmente está en un proceso judicial con la propiedad. Al no haber sido el desalojo mediante una resolución de juez, esta mujer no tenía por qué abandonar su vivienda. Pese a que ayer mantuvo una conversación con la propiedad, según una familiar directa, los contadores se han arrancado y se le ha dejado sin luz y denuncia que ni siquiera pueden acceder a la finca para auxiliarla.