Vivir en un chalé

Derribado uno de los últimos chalés en la zona de la playa de Cádiz

  • Cae una de las más antiguas construcciones de la calle Almirante Vierna, donde se levantó una colonia con este tipo de edificios

El chalé de Almirante Vierna en pleno derribo

El chalé de Almirante Vierna en pleno derribo / J. A. H.

Una nuevo chalé cae en Cádiz, a la espera de ser sustituido por una edificio de viviendas. En esta ocasión le toca el turno a una de las construcciones más emblemáticas de Puerta Tierra, ubicada en la calle Almirante Vierna, donde aún persisten varios chalés aún en pie.

La vivienda derribada fue durante décadas la residencia de la familia del catedrático de Medicina Antonio Orozco. El chalé formaba parte de la denominada Colonia Abárzuza, que el empresario gaditano promovió a principios de la década de los cuarenta del pasado siglo en esta zona de la playa de la Victoria, cuando todo eran pequeñas edificaciones o solares vacíos en extramuros. Este conjunto de residencias se levantó en la calle que unió la calle Lacy (actual Fernández Ballesteros) con Dámaso Guruceta (hoy Doctor Fleming) que llegó a contar en los años sesenta con un pequeño cine de verano, el Mar.

Muchos de estos chalés llevaban la firma de Antonio Sánchez Estévez, arquitecto municipal autor de grandes referentes de nuestra arquitectura: el edificio de la Transmediterránea, los cines Gades, Andalucía, Gaditano, Imperial, Avenida; colegios como San Felipe Neri o la sede de Hermú, entre otros.

El diseño en la mayoría de estos chalés de la Colonia Abárzuza, de los que en la calle Almirante Vierna ya sólo quedan en pie edificaciones de años posteriores, siguieron el estilo racionalista, con líneas sencillas y edificaciones compactas.

Ahora en Cádiz apenas queda una treintena de chalés habitados.

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