La Demarcación de Costas en Andalucía-Atlántico ha defendido la actuación que está realizando desde hace unos meses en tramos de la muralla del Castillo de San Sebastián, después de las críticas vertidas en redes sociales por mariscadores y pescadores del lugar, inquietos ante unas obras que entienden que no respetan el entorno natural de este Bien de Interés Cultural (BIC) situado en la playa de La Caleta. La preocupación se basa en el relleno de pozas y de lugares donde, teóricamente, habitan especies como los llamados cangrejos zapateros en los zócalos, mas consideran que hay espacios fuera de las murallas, como las citadas pozas, que se deberían respetar.

Desde Costas se explica que estas obras de consolidación de las murallas están avaladas por la Comisión Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía y cuentan con un arqueólogo a pie de obra que se encarga de supervisar y realizar los informes pertinentes. 

Uno de los sellados de piedras señalados por usuarios de La Caleta.

La Demarcación señala que se está actuando con el mismo utilizado en la construcción de la fortaleza a comienzos del siglo XVIII: mortero de cal. La acción del mar daña las juntas de los sillares, entrando en las murallas y haciendo huecos. Así, se está reponiendo lo que se ha perdido en estos tres siglos y "es imposible rehabilitar las murallas sin hacerlo de esta forma. De lo contrario, el mar penetra y las destruye", según indican desde Costas. La actuación consiste en sellar las juntas para hacerlas estancos, para que así no se pierda el mortero de unión entre la sillería. La muralla perimetral se encuentra expuesta al oleaje y está compuesta por un lienzo de sillería de piedra ostionera recibida con mortero de cal con un núcleo de mampuesto de piedra.

El proyecto de obras consiste en la reconstrucción del tramo de lienzo derrumbado de la muralla, de características similares al original, recuperando en la medida de lo posible los sillares caídos al mar, el refuerzo de la base de cimentación y núcleo con mampostería tradicional de piedra y mortero hidráulico de cal, la consolidación de los elementos deteriorados en peligro de derrumbe y el relleno y consolidación del trasdós de la muralla.

Las obras que se efectúan en estos tramos de muralla del Castillo de San Sebastián fueron calificadas de emergencia en septiembre del año pasado, de ahí que se ordenara la actuación cuyo presupuesto asciende a 865.000 euros y que todo parece indicar que acabará a finales de este mes.