Las Cortes de Cádiz tiene nueva mascota

Una gaviota se convierte en el principal "cliente" de la pescadería ubicada en la calle Emilio Castelar

Lo que hace que las gaviotas sean más agresivas

La gaviota se queda todas las mañanas esperando a las puertas de la pescadería La Bahía, ubicada en la calle Emilio Castelar, en el barrio de Astilleros
La gaviota se queda todas las mañanas esperando a las puertas de la pescadería La Bahía, ubicada en la calle Emilio Castelar, en el barrio de Astilleros / J. B.
Redacción

Cádiz, 03 de octubre 2022 - 11:20

El barrio de Astilleros de Cádiz tiene desde hace unos mesee un nuevo y persistente vecino: una gaviota que diariamente y cada mañana acampa todas las mañanas a las puertas de la pescadería La Bahía, ubicada en la calle Emilio Castelar, muy cerca de la avenida Las Cortes de Cádiz.

De momento nadie le ha puesto nombre propio pero ya es conocido tanto por los clientes de la pescadería como de los dos bares ubicados a pocos metros de ésta así como de los vecinos que residen en el entorno más cercano como "La mascota".

A pesar de que este tipo de aves acuden casi siempre en grupo y suelen disputarse los alimentos, "la mascota" de Las Cortes de Cádiz acude cada mañana temprano, nada más abrir la pescadería y se aposta a las puertas del establecimiento "a ver qué cae".

Un vecino del lugar así lo confirmaba y contaba estos días a este periódico aunque reconoció que si esta singular y gaditana gaviota se coloca donde se coloca es porque el propietario de esta pescadería que abrió sus puertas al público hace poco menos de un años, al poco tiempo de cerrar otra popular tienda de alimentación, sobre todo especializada en carnes de todo tipo, que decidió diversificar su negocio y abrir un restaurante justo en la acera de enfrente, le da, cada vez que puede, restos y sobras de sus mercancías.

Se da la circunstancia de esta gaviota cuenta cuenta con una anilla en una de sus patas, por lo que se considera un ave controlada por las autoridades de medio ambiente.

Algo singular, según relatan los propios vecinos, es que "La mascota" nunca hace el intento de entrar en la tienda sino que sólo se queda en la puerta, a muy pocos metros de la entrada, sin molestar a nadie, a la espera de que algún vecino o el dueño de la pescadería le facilite algo de alimento y le ayude a sobrellevar la jornada.

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