Ayer lunes se inició el proceso para el cambio del nombre del estadio Ramón de Carranza, atendiendo a la Ley de la Memoria Histórica.

El equipo de gobierno ha decidido en este caso poner en marcha una consulta ciudadana, que aún está por decidir la fórmula que se utilizará, con un paso previo de recepción de candidatos a la nueva denominación, para lo que se ha dado un plazo de quince días. Estas propuestas serán analizadas por una comisión que reducirá el número de nombres a dos o cuatro antes de que se tome una decisión sobre cómo se consultará a la ciudadanía sobre la referencia definitiva que tendrá el estadio.

Un proceso tan largo y laborioso para cambiar el nombre del estadio municipal, construido hace más de sesenta años y demolido y levantado de nuevo hace una década escasa con un alto coste, no se ha producido, sin embargo, en ninguno de los procesos que el Ayuntamiento de Cádiz ya ha puesto en marcha para cumplir la Ley de la Memoria Histórica, que afecta a todos aquellos que tuvieron una participación en la Guerra Civil o en la dictadura franquista y cuyos nombres perduran en calles, plazas, edificios o monumentos de la ciudad.

Si el estadio es uno de los equipamientos referentes de la ciudad, especialmente para los aficionados al fútbol, también lo es el Teatro José María Pemán, que fue hasta su cierre, pendiente de que algún día concluya su reforma integral, el referente de la cultura y el espectáculo en los veranos de la ciudad desde 1956.

Pemán, poeta y escritor, también se incluye dentro de los afectados por la Memoria Histórica. Ya uno de los bustos que lo recuerdan en la ciudad ha sido guardado en dependencias municipales.

Sin embargo, a pesar de la relación entre la ciudad y este teatro de verano, sede durante años de los Festivales de España, no ha habido en este caso consulta ciudadana para buscar un nuevo nombre.

La decisión directa del gobierno municipal ha sido denominarlo como Teatro del Parque, recordando el que ya funcionó a principios de siglo en la zona, de carácter cerrado en este caso. También se podía haber recuperado el nombre de Teatro de Verano la Rosaleda, que es como se denominó el salón abierto que se construyó en 1956 antes de llevar el título del escritor gaditano.

En el mismo parque hay también un conjunto escultórico dedicado a Pemán que también va a ser retirado. Que se sepa no hay prevista una consulta popular para ver si se elimina o no.