El inicio del 2012 ha coincidido con el comienzo de las obras de construcción del nuevo muelle de contenedores de la Bahía que Cádiz, que se ubica en su primera fase entre el dique de Levante del puerto gaditano y la antigua planta Delta. La operación supone el proyecto más ambicioso en la centenaria historia del puerto, con una inversión prevista inicial de 90 millones de euros, un dinero garantizado y libre de cualquier recorte administrativo gracias a la aportación de los FEDER y del crédito firmado con el Banco Europeo de Inversiones. 

El proyecto lo ejecuta una UTE formada por Acciona y FCC y cuenta con un plazo de ejecución de tres años y medio, por lo que la nueva terminal podría entrar en funcionamiento a medios de 2015. Será en este momento cuando quede libre de uso el actual muelle de contenedores Reina Sofía, que está llamado a convertirse en una zona dedicada a los cruceros turísticos y a espacios de ocio relacionados con el mar, con un evidente calado económico, social y turístico no solo para la capital sino también para el conjunto de la Bahía.

El proyecto del nuevo muelle de contenedores se divide en dos fases. La primera actuación que acaba de iniciarse supondrá la obtención, mediante relleno, de 22 nuevas hectáreas, con 590 metros de muelles, un dique de abrigo de 320 metros preparados para la mar de leva y un calado de 16 metros. La ocupación total de contenedores se eleva a 210.000 teus. Será cuando el movimiento portuario se acerque esta cifra cuando se proceda a la ejecución de la segunda fase, hasta rozar las 40 hectáreas en total, incluyendo en este caso los 100.000 metros cuadrados ocupados por la antigua planta Delta, ya en manos de la APBC.

Las cifras en las que se mueve este proyecto demuestran la importancia del mismo para la economía gaditana. Si se compara con la actual terminal, solo con la primera fase ya en construcción el puerto de Cádiz incrementará su línea de atraque en 150 metros; el calado pasará de 11 a 16 metros, lo que facilitará la llegada de buques de mayores dimensiones. Igualmente aumentará considerablemente la capacidad de contenedores duplicando la media de ocupación actual, que ronda los 105.000 teus (en 2007 se logró la mejor marca con 160.000 teus).

Los primeros trabajos para la nueva terminal se están centrando en el dragado de la zona donde se encuentran los duques de alba (bloques de hormigón que se utilizaban como puntos de atraque para la desgasificadora) y donde en su momento se cimentarán los cajones de hormigón para conformar el nuevo muelle.

Aunque no molesta la ubicación de varios de estos bloques, otros sí inciden directamente en los trabajos a realizar, por lo que hay que retirarlo,  lo que supone una operación nada sencilla.

Según indicó a Diario de Cádiz el presidente de la APBC, Rafael Barra, "la draga (que ha llegado procedente de Holanda) está trabajando alrededor de los duques de alba para proceder a su extracción, en lugar de demolerlos". Una vez se ejecute este mismo trabajo se procederá al dragado, por la existencia en la zona de abundante fanggo, para la instalación de toda la fila de cajones, así como los dos diques, de abrigo y de cierre. La intención es utilizar los terrenos de la planta Delta como área para el acopio de los bloques de hormigón que protegerán al nuevo muelle.

Destaca Barra que esta obra se inicia "con las mejores garantías técnicas, de seguridad y, sobre todo, de respeto medioambiental". En este sentido, se han elaborado numerosos estudios ambientales que garantizan el desarrollo del proyecto.