El edificio de la Ciudad del Mar tiene sus días, o meses, contados. Tras más de un cuarto de siglo abandonado, sin uso alguno salvo para ser cubierto de pintadas, el inmueble va a ser derribado para ser sustituido por un gran hotel.

De esta forma caerá uno de los grandes ejemplos del abandono del patrimonio inmobiliario de la capital, ejemplo de la dejación de las administraciones y de la incapacidad por cerrar acuerdos que faciliten un uso adecuado, sobre todo tras las inversiones públicas realizadas.

El presidente de la Autoridad Portuaria, José Luis Blanco, confirmó ayer a este diario este futuro derribo, para el que no hay fecha pero sí decisión oficial de ejecutarlo. Para ello la APBC iniciará el proceso de descatalogación del inmueble, que tiene un grado 3 de protección en el actual Plan de Ordenación Urbana, lo que le obliga a mantener la fachada.

Según Blanco, por parte de la administración no habrá inconveniente alguno para afrontar este cambio, lo que conllevará una modificación del PGOU en el caso del Ayuntamiento de Cádiz, que en un principio dudaba de este cambio urbanístico, con la posterior ratificación por parte de la Junta de Andalucía.

La permanencia de la Ciudad del Mar siempre ha sido un inconveniente para la reurbanización de este espacio portuario. En este caso, su integración dentro del proyecto hotelero era muy complicado, tanto por una cuestión arquitectónica como por la propia seguridad del complejo "porque es imposible garantizar la seguridad del edificio por cincuenta años más".

Junto a la participación del Ayuntamiento, el Estado, a través del Consejo de Ministros, tendrá que dar también el visto bueno a esta operación, aunque desde la APBC se confía en que no haya ningún problema ya que el anterior equipo de Puertos del Estado, en la etapa del PP, no puso inconveniente alguno.

En el terreno se levantará un hotel con una capacidad de más de 200 habitaciones, con lo que se convertirá en el mayor de la capital gaditana. El inmueble contará con unas cinco plantas de altura. Pendiente de contar con el proyecto definitivo la inversión que se maneja para la construcción del edificio ronda los 12 millones de euros, que alcanzará los 20 millones con el equipamiento hotelero. El proyecto está impulsado por un promotor privado que, posteriormente, pondrá en manos de una firma del sector la gestión del nuevo centro.

La Ciudad del Mar se levantó para ser sede del Mundial de Vela de 1992, incluyendo también Puerto Fortuna, el actual Elcano. La intención de mantener este uso náutico en fechas posteriores no salió adelante, convirtiéndose el edificio en uno más de los que han ido quedando abandonados en la ciudad.

Esta operación se une a otros proyectos que se van desarrollando de forma escalonada y que conforman parte del plan de integración de determinados espacios portuarios en la trama urbana. Así, hace unas semanas se inauguró un gran complejo deportivo en el antiguo almacén número 1, mientras que el puerto ha cerrado un acuerdo con la Junta para ceder espacio para el paso del carril bici por el interior del muelle Ciudad, lo que se ejecutará antes de un año.

Igualmente se está pendiente de una reunión con el Ayuntamiento para ver el futuro de la zona de ocio de la Punta de San Felipe. La Autoridad Portuaria asume que esta oferta nacida hace 25 años no está cumpliendo actualmente los objetivos con la que se crearon, por lo que sería necesario una profunda remodelación, para lo que tienen ya el apoyo de un grupo de empresarios. Sin embargo, desde el Ayuntamiento se sigue apostando por este equipamiento, convertido casi en un botellódromo puro y duro, a decir de la APBC que considera que hay que buscar un espacio "de calidad y seguro".

Dentro de la utilización del suelo portuario para actividades ciudadanas en el término de Cádiz, destaca también la amplia parcela cuyo uso se ha cedido al municipio para la instalación de un aparcamiento en superficie paralelo a la avenida de Astilleros. El puerto está terminando también las obras de construcción del nuevo acceso a las instalaciones portuarias. La puerta de entrada se situará en la avenida del Puerto, cerrando la histórica de la plaza de Sevilla y rebajando la densidad de tráfico que soporta esta zona.