¿Piso nuevo de renta libre en Cádiz? No hay suelo para tanta demanda
Vivienda
La última promoción del Grupo Abu pone de relieve el interés por comprar una casa en Cádiz que no sea de protección oficial
El Plan de 2018 apenas deja espacio para 711 cuando se necesitan al menos unas 4.000
Cerca de cuatro mil familias se quedaron sin poder acceder a una de las viviendas puestas a la venta por el Grupo Abu en su segunda promoción en Cádiz, en el solar del chalé de la familia Cerón. Cuatro mil personas interesadas por adquirir un piso de renta libre.
La cifra, ya enorme, lo es aún más cuando se constata que el término urbano de la ciudad no tiene suelo disponible para dar respuesta a esta demanda, ya sea mediante construcción de nueva planta como mediante rehabilitación de fincas ya existentes.
El Plan de Ordenación Urbana actualmente en vigor fijaba en 2012 una previsión de construcción en la ciudad, durante su vigencia inicial de ocho años, de 3.522 nuevos pisos, de los que 1.595 eran de renta libre.
En los nueve años que han transcurridos desde entonces la iniciativa privada, más activa que la pública en la última década en la ciudad, ha sido capaz de poner en el mercado de agotar un porcentaje importante de esta previsión. Pero lo que queda, según el PGOU, no alcanza ni de lejos a los 4.000 pisos ahora demandado.
Pero si tenemos en cuenta otro documento urbanístico, el Plan de Vivienda de 2018, la oferta prevista de renta libre se reduce aún más, al limitarse a solo 711 pisos de renta libre hasta 2023.
Es decir, ninguno de los dos planes (el PGOU de 2012 sigue vigente hasta que se elabore una nuevo) pone sobre la mesa suelo suficiente para atender la demanda para este tipo de vivienda, especialmente en una ciudad que acumula treinta años de pérdida continuada de población.
La alta cifra ya habitual de demandantes de renta libre en Cádiz, residentes en otras ciudades, se ha incrementado en los últimos meses de forma notable con residentes en la propia capital.
Los efectos que la pandemia de coronavirus ha tenido en la vida diaria, especialmente en los meses de confinamiento, ha llevado a muchos vecinos a plantearse la búsqueda de una vivienda de mejor calidad de la ocupada hasta este momento.
Ramón Rodríguez, de Inmobiliaria Hispania, resalta este interés: "Se buscan viviendas más amplias, mejor ventiladas, con terrazas y con más espacios libres", teniendo en cuenta que la capital tiene uno de los parques de vivienda de menor superficie media entre las grandes ciudades de la provincia, con edificios donde faltan balcones, muchos de ellos cerrados hace unos años.
De esta forma, en estos meses ha aumentado en las listas de espera para nuevas promociones privadas las familias gaditanas, cuando hasta no hace mucho predominaban residentes en otras localidades que querían retornar o vivir en Cádiz.
El suelo disponible es escaso, sobre todo cuando aumenta el porcentaje destinado a los pisos de protección oficial, también limitados en número y también muy solicitados por quienes no tienen capacidad económica para comprar una vivienda por encima de los 300.000 euros.
Hoy solo hay tres grandes espacios urbanos donde poder construir renta libre con un número elevado de pisos: la zona que da a la avenida de la Sanidad Pública en los Depósitos de Tabacos, donde están previstas 141 viviendas; el solar de las casitas bajas, donde podrían levantarse un centenar; y el terreno del Puerta del Mar (si finalmente se construye el nuevo Hospital), con capacidad de 274 pisos de renta libre.
Si a eso unimos las fincas que se pueden rehabilitar en el casco antiguo (donde se pueden habilitar un número muy limitadas de casas) y los solares en Puerta Tierra si se eliminasen todos los chalés que siguen en pie, la posibilidad de terrenos no pasaría de un millar de viviendas de estas características, apenas una cuarta parte de la demanda actual.
Hay que tener en cuenta que el nuevo planteamiento que Ayuntamiento y Consorcio defienden para el reordenamiento del polígono exterior de la Zona Franca, manteniendo su carácter industrial, elimina la propuesta inicial de construcción de vivienda en algunas de sus parcelas, donde en un su momento se proyectaron promociones para 353 viviendas de renta libre.
Más ahorro y más espacio ante la imposibilidad de vivir en un chalé
Destaca Ramón Rodríguez que el confinamiento y las restricciones de movilidad y de horarios debido a la pandemia han provocado un elevado incremento en el ahorro de las familias. Ello permite ahora que muchas de ellas puedan buscar con más facilidad nuevo pisos a los que mudarse, abandonando casas que han resultado incómodas para vivir durante estos meses por su tamaño o por su escasa ventilación. Y más cuando se están construyendo promociones que, aún costando más que en otras capitales, mantienen unos precios ya no tan desorbitados como en épocas pasadas. A la vez se reactivan proyectos que se han alargado durante incluso más de una década, como el previsto en Huerta del Obispo.
Sin embargo, en este grupo se ha reducido el número de compradores procedentes de otras ciudades, ya sea por las dificultades que aún persisten en la movilidad como por la búsqueda de una oferta inexistente en Cádiz: un chalé. No obstante, parece que este mercado comienza a decaer pues siguen sin encontrar compradores unifamiliares que llevan años en el mercado.
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