El número exacto de fallecidos en España por el coronavirus es una incógnita que nunca se resolverá. La cifra oficial se sitúa actualmente en 29.000 aunque algunos estudios la disparan por encima de los 40.000.

Las escasas pruebas forenses realizadas durante el inicio de la pandemia, cuando la mortandad alcanzó los niveles más alto, pueden haber dejado fuera de las estadísticas a personas que sí han fallecido por el coronavirus, aunque no aparezcan en las estadísticas oficiales.

Hasta ahora, la única estadística que se maneja para constatar la incidencia del covid en la mortalidad del país es la que publica cada dos semanas el INE, a través de los datos que se recogen diariamente en los registros civiles de todo el país. Son cifras globales de fallecidos, sin especificar las causas, pero permiten reflejar, especialmente en algunas provincias, cómo los datos se han disparado a la par que la pandemia.

Así, en lo que va de año, hasta la primera semana del mes de agosto, el número de fallecimientos en la provincia es de 6.362, lo que supone un 6,19% más que en el mismo periodo de 2019. Sin embargo, este número está por debajo de los 6.595 defunciones registradas en estos meses de 2018, el año récord en número de fallecimiento en lo que va de siglo XXI. E incluso ha estado cerca de los 6.065 de 2017 y sobre todo de los 6.108 recogidos en el año 2012.

Es decir, los efectos trágicos de la pandemia no han disparado las cifras de mortalidad en la provincia hasta datos históricos ni, presumiblemente, ha sido la causa de un número ostensiblemente superior al que hasta ahora ha provocado la enfermedad en la provincia, y que a principios de agosto se situaba en unas 175 personas fallecidas.

Sí se mantiene, en todo caso, una tendencia al alza iniciada a principios de esta década, con medias anuales por encima de los 5.500 fallecimientos en siete meses, además del récord de 2018, cuando se produjo una elevada incidencia de la gripe.

Por el contrario, fue en 2001, con el inicio del siglo, cuando se localiza la cifra más baja, con 4.976 muertos, 250 menos que un año antes, teniendo en cuenta siempre que esta cifra hace referencia a la evolución de cada ejercicio hasta la primera semana de agosto, por lo que no se refleja el aumento o disminución que se pueda haber producido en el último tramo del año.

Así, si buscamos subidas alarmantes en la media de mortalidad ahí están los 540 fallecidos que en este periodo de tiempo se produjeron entre 2017 y 2018, los 550 entre 2004 y 2005 y, sobre todo, los 600 fallecidos de diferencia entre 2011 y 2012.

El estudio del INE analiza el número de fallecimientos y el acumulado semana a semana, ello nos permite ver que el mayor pico en estas dos décadas se produjo en la primera semana de 2017, con 311 fallecimientos. En cuanto a este año de la pandemia del coronavirus la semana más trágica, incluyendo todo tipo de causas de mortalidad, fue la del 27 de enero, con 288 fallecidos, seguida muy de lejos de la semana del 6 de julio, con 228 a pesar de que se produjo un importante repunte respecto a la semana anterior.

Toda esta evolución a lo largo de 2020 sitúa a la provincia de Cádiz en el puesto décimo séptimo en el conjunto de España entre las provincias con un menor crecimiento anual de la mortalidad.

En este lista es significativo el caso de Córdoba, donde el dato acumulado hasta ahora está incluso por debajo del mismo periodo de 2019, con 12,84% menos. En Andalucía el aumento de fallecidos ha sido también inferior al gaditano en los casos de Almería (+1,84%), Huelva (+2,91), Jaén (también con un descenso, aunque más matizado del -1,85%) y Sevilla (+2,52%).

Frente a ello, hay evidencias muy claras del coronavirus en los índices de mortalidad en provincias como Segovia, con un aumento del 64% (cerca de 400 muertos por el covid) o Madrid, con el 50% más y cerca de 9.000 muertos por la pandemia.