"En Cádiz hay un colectivo de chiquillos con un comportamiento más complejo"

El ex inspector salesiano de Andalucía deja entrever que en el colegio gaditano hay más conflictos que en otros centros religiosos

"En Cádiz hay un colectivo de chiquillos con un comportamiento más complejo"
"En Cádiz hay un colectivo de chiquillos con un comportamiento más complejo"
J. Alarcón Cádiz

19 de mayo 2016 - 01:00

Francisco Ruiz Millán, ex inspector provincial de Andalucía, Extremadura y Canarias de la orden salesiana ha declarado en el juicio que "en Cádiz hay un colectivo de chiquillos con un comportamiento más complejo" en comparación con otros colegios de esta comunidad religiosa.

El que era superior de López Luna a la fecha de los hechos denunciados -en julio de 2013-, ha dejado entrever que en el centro gaditano existen alumnos más conflictivos a nivel de conducta.

Asimismo, ha manifestado que "dentro del proyecto salesiano es habitual que los chicos entren en el despacho del director" para generar "confianza" y "proximidad", dos parámetros fundamentales de su sistema educacional.

El salesiano ha descrito que las "respuestas personalizadas" a los alumnos por parte del equipo docente son también frecuentes, si bien ha admitido que el número de niños tan elevado que acudía al despacho de López Luna "no es habitual".

Según la versión de Ruiz Millán, "nunca" ha recibido quejas sobre el acusado. Más bien al contrario, "alabanzas". Ha asegurado que cuando visitaba sus "casas" [en alusión a los colegios salesianos] celebraba reuniones con profesores, orientadores, padres, jefes de estudios, subdirectores... "y nadie protestó".

Ayer también ofrecieron sus testimonios varios miembros de la comunidad educativa salesiana procedentes Badajoz. Así, un ex alumno ha defendido "la relación cercana y amigable" que aún hoy mantiene con don Javier. Ha afirmado que el ex director "interactuaba como uno más" y que "entraba al terreno de las peleítas" pero siempre "en broma".

La que fue durante un tiempo presidenta del Ampa de Badajoz ha comentado que sabía que los niños jugaban a las peleas, que recibían golosinas y que se daban "abrazos apretados" con López Luna. "Todo era una cosa limpia". Ha afirmado que tanto padres como alumnos estaban encantados con él. De hecho, "no queríamos que fuese trasladado de colegio". Ha testificado que cuando vieron en televisión la denuncia por abusos en Cádiz organizaron manifestaciones de apoyo.

Otro miembro del Ampa, esta vez de Cádiz, ha aseverado que, efectivamente, eran numerosos los chavales que visitaban al director a la hora del recreo. Y que por la tarde también acudían, esta vez para estudiar o trabajar.

Ha señalado que, como representante de la asociación de padres y madres del colegio, "jamás" recibió una queja por las ausencias de los alumnos en horario de clase, un extremo éste que el fiscal le recriminó, pues si los padres desconocían que los niños faltaban en horas lectivas, difícilmente podrían presentar una reclamación sobre un aspecto del que no tenían constancia.

Como testigo propuesto por la defensa, ha prestado declaración una alumna, la única chica. Ha indicado al tribunal que subía al despacho del director "con asiduidad" junto con otras compañeras y que López Luna practicaba con ella el denominado abrazo del oso. "Era algo cariñoso, no molesto y consentido por ambas partes, ¿por qué me iba a parecer mal hacerlo?".

Más testigos han insistido que don Javier apostaba por una relación cercana con el alumnado, "de colega", "de tú a tú", "sin ningún tipo de jerarquización". Asimismo, han defendido que en el departamento de dirección el ambiente era cordial, lúdico, no había temor por parte de los chavales. Padres y personal del centro religioso han negado cualquier tipo de agresión violenta por parte del responsable del colegio.

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