El Ayuntamiento de Cádiz va a apurar al máximo la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

El límite que impone Europa es el próximo 31 de diciembre, tras conceder doce meses extras a los municipios que no pudieron cumplir el plazo inicial, cerrado a final del pasado año, y que han sido casi todos los afectados por este plan, aquellos con más de 50.000 habitantes.

La creación de estas zonas forma parte de la mejora de la movilidad urbana en las grandes ciudades y, sobre todo, de la mejora de la calidad medio ambiental. De esta forma, estos municipios debían de elegir espacios dentro de sus términos para limitar la circulación rodada en su interior.

La propuesta en Cádiz ha sido una de las más relevantes, pues ha incluido a buena parte de su casco histórico, menos la circunvalación, y a la zona peatonal del Paseo Marítimo.

Los retrasos en todo el proceso de adjudicación de las obras necesarias para el desarrollo de las ZBE, y la adquisición de los sistemas técnicos para su funcionamiento, impidieron su puesta en marcha a principios de año. Los fondos europeos, a través del Plan Next Generation, aportados para financiar este proyecto, se mantienen de forma excepcional hasta final de año.

El anterior gobierno dejó ya adjudicada la empresa encargada del plan el pasado mes de abril, con un año de plazo para su ejecución; igualmente, dio los primeros pasos para la elaboración de la ordenanza que fijará los vehículos que podrán acceder al casco, la forma de acceso al mismo y las sanciones que se puedan imponer a los infractores.

El nuevo equipo del PP, ahora al frente de San Juan de Dios, está trabajando en la culminación de estos documentos.

En estos días se han recepcionado las cámaras que controlarán el acceso al casco antiguo y a la ZBE del Paseo, 33 en total, mientras que se trabaja en todo el sistema informático que las controlará. Para ello será necesario contratar personal específico.

A la vez se trabaja en la redacción final de la ordenanza. En este sentido, el teniente de alcalde Urbanismo, José Manuel Cossi, indicó a este diario que se está en contacto con la FAMP (Federación Andaluces de Municipios), para coordinar este texto, mientras que se tienen pendiente reuniones con entidades ciudadanas para conocer su opinión sobre este proyecto y las normas a seguir. En este sentido, Cossi incide de nuevo en el objetivo municipal de “favorecer al conjunto de la ciudadanía”.

Una de las acciones de las ZBE es controlar la calidad del aire. En este caso la ciudad, afirma el edil, no tiene problemas de polución del aire, que implicaría mayores controles en el tráfico, por lo que se concentrará el trabajo en permitir únicamente el acceso de coches a los usuarios de los aparcamientos subterráneos o a los que tengan estacionamientos privados en el casco.

Igualmente, ya se planteaba en un inicio controles de acceso para hoteles, talleres de vehículos, centros médicos y otros equipamientos asistenciales. Aquí jugará un papel muy relevante el sistema informático que se instale, pues será el que controle los permisos para los residentes y las autorizaciones de acceso puntual.

Sobre todo este complicado engranaje que permitirá el desarrollo de las ZBE se trabaja en estas semanas. José Manuel Cossi recuerda que “tenemos de plazo hasta fin de año”, aunque espera que todo esté listo en el último trimestre “para beneficio de los ciudadanos”.

Relacionado con este plan, está la necesidad de lograr aparcamientos disuasorios en la entrada al casco antiguo.

La avenida de Astilleros y la plaza de Sevilla son, lógicamente, los únicos espacios factibles. Y en ambos casos, cualquier operación que se desarrolle supondrá agotar un tiempo que difícilmente se podrá cubrir antes de fin de año: desde el aparcamiento en altura en la avenida, que sigue sin reformarse, hasta un hipotético aparcamiento subterráneo en la plaza de Sevilla.

Queda también por ver, cuando se cierre esta operación en unos meses, cómo quedará la salida de los coches del aparcamiento de San Antonio y su paso por la calle Veedor.

Avance en Candelaria

Incluido en los fondos europeos para la mejora de la movilidad, se encuentra la remodelación de la plaza de Candelaria.

Los trabajos avanzan ya a muy buen ritmo, con lo que se vislumbra el cambio de este espacio urbano iniciado por el equipo de Martín Vila en el pasado mandato. El recinto estará listo para el paso de las cofradías la próxima Semana Santa.