En el otro lado de la antigua vía del tren, en una zona aún injustamente estigmatizada, sobrevive el CEIP Gadir, un colegio con unas excelentes instalaciones, aunque desconocidas por la amplia mayoría de la sociedad gaditana. El centro, en la Barriada de la Paz, vive en el alambre desde hace años. El número de solicitudes para acceder a Infantil de tres años supone cada curso una pesadilla para la comunidad educativa. Esta vez, para el curso 2021-2022, se han recibido solo dos impresos. Por ello, una treintena de madres y padres de alumnos del CEIP Gadir se manifestaron este miércoles en la puerta del centro para protestar contra la pérdida de líneas de cara al curso que viene. Los escolares hicieron lo propio en el patio del colegio antes de iniciar sus clases. “No somos números, somos familias”, rezaban algunos de los lemas de los progenitores contrarios a la planificación de la Delegación Territorial de Educación, pues todo parece indicar que, debido a la falta de solicitudes de Infantil de 3 años, deberán compartir aula mixta los escolares de 3, 4 y 5 años. Además, habrá otra aula mixta para primero y segundo de Primaria.

La presidenta del AMPA, Esther Duarte, denunció que en el aula mixta de Infantil, que contará con 15 alumnos, cinco de ellos son de Educación Especial y otro con un Trastorno Específico del Lenguaje. “Hay una sola profesora para todos ellos y necesitamos bien un aula específica o una monitora”, manifestó. Duarte aseguró que “peligra el futuro del colegio”, lamentando que las familias de la zona “tiren para la enseñanza concertada”. Solicitó “la bajada de la ratio” para acabar “con las desigualdades” en el proceso de escolarización.

Las protestas contaron con el apoyo de la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, Mara Rodríguez, y Óscar Torres, edil del mismo partido. 

“Me da muchísima tristeza ver cómo solo dos familias han solicitado este colegio. A ver si somos capaces de aumentar las solicitudes”, señaló el delegado territorial de Educación, Miguel Andréu. “El Gadir tiene magníficos profesionales, un pabellón deportivo y un comedor de gestión propia. Y aún así solo dos familias han solicitado el centro”, añadió.

En cuanto a la posible reducción de líneas en el centro dijo esperar “a ver cómo va la matriculación”, y explicó que “no es cuestión de cerrar líneas, es que con tan pocas solicitudes y con con el objetivo de no cerrar colegios, se inventaron las aulas mixtas. Para que se pueda seguir trabajando. Y tienen el número máximo para un aula mixta, 15 alumnos”.

Sobre la presencia en el aula mixta de cinco escolares con necesidades educativas especiales y otro con Trastorno Específico del Lenguaje, Andréu expuso que “trabajaremos para posibilitar los recursos necesarios y que estos alumnos estén perfectamente atendidos”.

En referencia a los datos de escolarización y los posibles cierres de unidades el delegado afirmó que “actuaremos igual con la concertada que con la pública. Si en la concertada no hay solicitudes, perderá líneas. Como ha ocurrido con centros como el Rebaño de María”. Ahora bien “si las familias de Cádiz solicitan esos centros, la oferta está ahí. La idea es que las familias tengan libertad de centro. Aún así en los concertados está descendiendo la matriculación. Salesianos y San Felipe Neri son los dos únicos con más solicitudes que plazas”.