Blanco viajó con empresarios y sindicatos para tratar de convencer a Bruselas

El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) José Luis Blanco viajó a Bruselas a finales de la pasada primavera, días después de remitirles el proyecto revisado y definitivo de la construcción de la futura terminal de contenedores de la Bahía de Cádiz, acompañado de varios representantes tanto de los empresarios de la provincia como de las fuerzas sindicales más representativas, CCOO y UGT.

El encuentro no estaba previsto sino que fue fruto de la acertada improvisación. La idea partió del propio Blanco, que, junto al director de la APBC, Agustín Romero, contactó con Bruselas para "pedir cita". Y dicho y hecho, en cuestión de horas recibieron un "sí" rotundo a este posible encuentro en la capital belga. Pero Blanco y Romero no fueron solos. Optaron por tirar de empresarios y sindicatos, sectores que en varias ocasiones y en distintos escenarios mostraron su incertidumbre e inquietud ante la tardanza de los fondos regionales europeos. Había que presionar en tierras belgas para conseguir esos dineros con los que pagar una obra que se encuentra ya en un altísimo grado de ejecución, más del 90%, y pagada gracias a adelantos de Bruselas y créditos bancarios contraídos con entidades financieras privadas.

Hasta el edificio del Comité de las Regiones de Bruselas viajaron el propio Blanco y su director, Agustín Romero, Emilio Medina (Apemar), Javier Sánchez Rojas (CEC), Bernardino Copano (Gadesport), Lola Rodríguez (CCOO) y Francisco Andreu (UGT).

La visita fue, según parece, el complemento ideal al informe enviado en mayo a petición de la UE, que pidió al Gobierno de España a finales de 2014 que retirara el proyecto por considerar que contenía expectativas futuras sobredimensionadas.

La última versión del proyecto incluía, como novedad, un avance del Plan Estratégico del Puerto de Cádiz y otro del futuro Plan de Comercialización de la nueva terminal de carga que debiera estar lista en cuestión de meses y que podría estar ya operativa a lo largo de 2017. Estos añadidos sumados al testimonio directo de los representantes de la APBC, de los empresarios gaditanos y de las fuerzas sociales y sindicales pueden haber reavivado la llama de la esperanza que aún mantiene viva la idea de que Bruselas diga un "sí" definitivo en noviembre o principios de diciembre al envío de los 120 millones de euros. De ellos 60 proceden de los feder y el resto tienen su origen en un crédito blando ya preconcedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Con las campanadas de este año finalizará el plazo que impone el marco del plan financiero 2007-13 para cofinanciar el proyecto gaditano. Pero antes debería haber llegado una respuesta, que todo apunta a que podría ser tardona pero positiva.

Nada hacía presagiar hace meses que llegara a agotar prácticamente el plazo impuesto por la UE. Proyectos como el del tranvía de San Fernando y Chiclana solicitaron los fondos en 2011 y en 2014 recibían la aprobación de la Unión Europea de unos 135 millones vitales para este tren tranvía de la Bahía. En comparación, el dinero de los feder para la terminal de contenedores se solicitó en entre 2006 y 2007 y, ocho años después, se mantiene la incógnita de una ecuación que ya debiera estar más que resuelta.

Europa mira con lupa y tiralíneas el proyecto y vigila que las expectativas sean reales y duraderas en el tiempo. De momento parece agarrarse el sí dos puntos fundamentales del plan de futuro del puerto de Cádiz: la especialización de sus dársenas y el hecho de que hay varias empresas que se han mostrado interesadas en invertir en el muelle de carga. A eso le unen las cifras que se manejan en el sector que apuntan a que en los próximos años se va a vivir otro boom del contenedor. Tanto es así que se esperan que, pronto, viajen incluso los graneles en contenedores.

Los últimos datos de los tráficos de containers del puerto de Algeciras, a tan sólo cien kilómetros de distancia por carretera, indican que los algecireños movieron unos cien millones de toneladas en contenedores. Cádiz, con un uno por ciento de esos millones podría mantener estas instalaciones que pronto verán la luz.

Al parecer, representantes de grandes terminalistas han visitado ya la obra y se han mostrado conformes con los 20 millones de euros que tendrían que invertir en el muelle si quieren acceder a su gestión y explotación.