El gobierno de José María González, que como alcalde de Cádiz es también presidente del Consorcio de la Zona Franca, ha defendido desde su llegada al poder en 2015 la necesidad de contar con suelo industrial en la ciudad, a fin de evitar la existencia de un monocultivo económico centralizado en el turismo y en el comercio.

En este sentido, González siempre ha constatado que la crisis de la capital se inició hace cuarenta años con la caída de los astilleros y, después, con la pérdida del sector aeronáutico y tabaquero.

Ante esta situación, se considera desde el Ayuntamiento como una prioridad la defensa, el mantenimiento y el refuerzo de los espacios industriales que aún quedan. Ahí está le necesidad de mantener industrias limpias relacionadas con el mar en el proyecto de remodelación de la terminal de contenedores; o el refuerzo de la carga de trabajo en Navantia y en la ocupación de todos los terrenos en el suelo fiscal de la Zona Franca incluyendo Altadis.

Aquí entra de lleno el futuro del polígono exterior del Consorcio. donde se mantiene la misma premisa: la pervivencia del suelo industrial con una clara apuesta por las industrias sostenibles, limpias, apoyándose en las nuevas tecnologías y generadoras de un empleo de calidad. A la vez, el Ayuntamiento se ofrece al gobierno de la Zona Franca “como apoyo decidido a la hora de ejecutar todo este plan en el menor tiempo posible”