Cádiz

El Ayuntamiento amplía la prohibición de baño a La Caleta

  • Aparecen nuevos ejemplares muertos de carabela portuguesa en las playas de la ciudad y en otras de la provincia

El Comité  Técnico de Playas del Ayuntamiento de Cádiz tomó ayer la decisión de mantener la prohibición del baño en las playas de Cortadura, Victoria y Santa María, e incorporar a dicha prohibición la playa de La Caleta, ante la aparición en la mañana de ayer en todas ellas de más ejemplares de carabela portuguesa o Physalia physal, un tipo de hidrozoo tóxico de aspecto similar a la medusa. 

 

Los técnicos municipales de Playas informaron que el lunes se realizaron labores de limpieza que concluyeron el mismo día, retirando todos los ejemplares encontrados en la arena húmeda (carrera de marea). Pero ayer, tras una inspección de la misma zona a primera hora de la mañana, se halló de nuevo un gran número de ejemplares muertos. Por este motivo, se continuó con la limpieza y el Comité Técnico de Playas decidió aumentar el número de mástiles y banderas rojas, para hacer más visible la prohibición del baño. Asimismo, la megafonía de la playa seguirá alertando sobre esta prohibición y la recomendación de no tocar estos organismos por su riesgo, ya que las toxinas siguen activas hasta varios días después de su muerte.

 

Según fuentes municipales, el mantenimiento del cierre al baño y la recomendación de no tocar los ejemplares de carabela portuguesa que aparezcan en la arena se mantendrán "hasta que la situación no sea completamente normal". La teoría que manejan los técnicos es que estos organismos, típicos de aguas más templadas, están llegando a las costas de Cádiz a causa de los últimos temporales de suroeste, ya que este tipo de hidrozoo que científicamente no se considera una medusa se mueve por el viento.

 

Desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente señalaban ayer que habían enviado agentes de Medio Ambiente para ejercer labores de vigilancia en el litoral, y habían detectado llegada de carabelas portuguesas a las playas de San Fernando, Chiclana y Chipiona, todas ellas afectadas por el viento de poniente. Mientras que en las que se encuentran resguardadas de este viento no había aparecido ningún ejemplar.

 

Fuentes de Medio Ambiente declaraban ayer que estaban poniéndose en contacto con los ayuntamientos de las localidades en las que se habían detectado la llegada de estos organismos para informarles de que se trata de una especie venenosa y de las medidas de seguridad que deben tomar los operarios para retirar los ejemplares de las playas. También les están transmitiendo la importancia de informar a la población para que no toquen ni recojan estas carabelas portuguesas, que son muy atractivas visualmente y pueden llamar la atención sobre todo de los niños.

 

Cabe destacar que la apariencia de los ejemplares que han aparecido muertos en la orilla de las playas de la ciudad es como de una bolsa de plástico transparente inflada, con tentáculos de un color azulado muy llamativo. Esa especie de bolsa es un flotador relleno de gas que semeja una vela de barco -al que debe su nombre- y gracias al cual se desplaza sobre la superficie del agua. Los tentáculos, que pueden llegar a medir hasta 30 metros, están repletos de células urticantes. El contacto con estos tentáculos puede producir quemazón, inflamación y fuertes dolores. En algunos casos, fundamentalmente en individuos alérgicos, mareos, vómitos, dificultad respiratoria e incluso paro cardíaco. Su picadura también puede resultar letal en niños y personas mayores o debilitadas. Sus restos en la orilla pueden herir, aunque lleven varios días muertas.

 

Desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente comentaban ayer que la presencia de carabelas portuguesas en nuestras playas era algo muy ocasional, debido a los fuertes vientos de las últimas semanas. También afirmaban que previsiblemente, a medida que mejore el tiempo irán desapareciendo.

 

La vigilancia por parte de los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía continuará mientras dure el temporal, sobre todo en las playas no urbanas, donde es más difícil detectar y controlar la aparición de esta especie.

 

El biólogo marino experto en medusas del Instituto Español de Oceanografía Ignacio Franco también prevé que las carabelas portuguesas continúen llegando a las playas gaditanas mientras haya vientos de componente oeste o suroeste.

 

En declaraciones a Europa Press, Franco explicó ayer que hay "una gran mancha" de ejemplares en Canarias que podrá llegar a las costas atlánticas del entorno del Estrecho dependiendo de la dinámica del viento y no de las mareas.

 

En caso de picadura de carabela portuguesa, las recomendaciones son no frotarse la herida, lavarla con agua de mar -nunca con agua dulce, ya que esta produce la explosión de los cnidocitos y la expansión del veneno- o con vinagre. Retirar los restos de la piel y la ropa de baño con mucho cuidado, protegiéndose los dedos. También es recomendable aplicar frío, pero nunca hielo directamente sobre la piel. Y si se observan problemas respiratorios, acudir inmediatamente a un centro hospitalario.

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