El Ayuntamiento de Cádiz va a pedir un préstamo de 48 millones de euros a entidades bancarias para financiar diversos proyectos en la ciudad. Es la primera vez que se acude a esta financiación desde 2012, cuando el endeudamiento se disparó a unos nivel por encima de los permitidos por el Ministerio de Hacienda, que impedían solicitar más dinero por esta vía.

Ahora, tanto a la deuda viva como la que se tiene con los proveedores se ha rebajado de forma sustancial, por lo que el Estado ya da autorización a la hora de buscar dinero en los bancos para obras en la ciudad.

El alcalde, José María González, y el concejal de Hacienda y Economía, José Ramón Páez, presentaron este plan de actuación lanzando un mensaje previo con el objetivo de acallar posibles críticas evidentes por la fecha en la que se anuncia el plan, a dos meses de las elecciones municipales: "Ahora van a salir diciendo que éste es un anuncio electoralista, cuando se dice en este momento es porque es cuando podemos dar este paso tras ocho años duros en los que hemos dado la vuelta del calcetín a la situación económica del Ayuntamiento".

Así, ambos destacaron que cuando llegaron al gobierno en 2015 la deuda municipal era de 275 millones de euros, entre los que se encontraban 44 millones a proveedores a los que se le pagaba en un plazo de 156 días (lo máximo exigido por el Estado son 30 días de demora). "Estábamos casi al borde de la bancarrota. Y no nos ha parado si problemas como los 10 millones de estadio ni todo lo que afectó a la pandemia, siendo el único Ayuntamiento que ha dedicado 2,5 millones de euros a amortiguar el golpe de la subida del precio de la energía", destacó el alcalde.

Ahora, según se afirmó, la deuda viva (la que se mantiene con los bancos) se ha reducido a la mitad respecto a la que se tenía con los bancos en 2015, mientras que a los proveedores se les paga sobre los 30 días y apenas quedan 2 millones pendientes de abono. Todo ello permite que la deuda esté por debajo del 75% de los ingresos corrientes, lo que permite legalmente a acudir al préstamo bancario.

El plan de inversiones anunciado por el equipo de gobierno, y que se llevará para su aprobación (en cuanto a la petición del préstamo) a la sesión del pleno municipal de este mes, incluyen 5 millones de euros para financiar la parte municipal en el proyecto de transformación de Valcárcel en la nueva sede de la Facultad de Ciencias de la Educación; 10 millones para nuevos proyectos de vivienda pública (entre ellos, una actuación en las Casitas Bajas); 10 millones para el plan de integración entre el puerto y la ciudad; 8 millones para completar la financiación del nuevo pabellón Portillo y que se unen a los 5 millones ya puestos por el Instituto Municipal de Deportes.

También se dedican 5 millones para la mejora y ampliación de las zonas verde, otros 5 millones para renovar el Paseo Marítimo; 3,5 millones para las murallas y 1 millón para diversos edificios, como el Casino y el centro de la calle Arbolí.

A priori, son cantidades que podrían quedarse cortas en algunas de las operaciones a ejecutar, salvo que éstas se complementen con otros fondos. El soterramiento de la avenida del Puerto y la reordenación de todo el espacio superior para conectar Canalejas con el muelle Ciudad puede ser una operación con un coste muy por encima de los 10 millones previstos, y lo mismo pasa con la renovación de todo el Paseo Marítimo entre Cortadura y Santa María del Mar.

José Ramón Páez rechazó las criticas que consideran que el gobierno municipal ha logrado rebajar este endeudamiento tras no gastar nada en estos años en materia de inversiones, poniendo como ejemplo diversos proyectos, muchos aún por ejecutar o terminar y otros que han tenido como apoyo fondos europeos, como la Casa del Carnaval, el Teatro del Parque, las mejoras en Elcano, las actuación en Puntales, los Depósitos de Tabaco o la Plaza de España.

Junto a los 48 millones que ahora se van a pedir, se seguirá trabajando también en la búsqueda de financiación procedente de fondos europeos.

Lo cierto es que este plan inversor llega a un paso de las elecciones municipales, con lo que ello significa de trasladar al futuro gobierno toda la carga financiera que supone la devolución del dinero pedidos Y, también, limitar cualquier movimiento económico que pudiese interesar al nuevo gobierno. En este sentido Páez no se cortó a la hora de afirmar que "nosotros sí podríamos seguir endeudándonos", mencionando el alcalde que otros sí podrían "según cuál sea su orden de prioridades y se lo gastan en quecos y quecas".

En todo caso, José María González constató que las obras planteadas “son necesarias para la ciudad”, confiando así que no habrá impedimentos con la oposición a la hora de aprobar la petición del préstamo bancario.

En este sentido, tanto González como Páez lamentaron la falta de apoyo a la ciudad por parte de la Junta, dejando en manos de otras administraciones, como la local, otras como las de Valcárcel o el pabellón, en contraste con las inversiones que sí se aportan a otras ciudades. “Lo que no podemos es dejar sin hacer estas obras, porque si esperamos a la Junta no se harán nunca”.

Pendiente de contar con la aprobación de este dinero, la intención es que las delegaciones implicadas comiencen a trabajar en los distintos proyectos, pues no habrá un plan de prioridades. "Si tenemos recurso, la prioridad es todo".