Apuntando a la historia de Cádiz
Patrimonio histórico
De los diez cañones que se colocarán en el paseo de San Carlos, uno perteneció a un barco angloholandés que atacó Cádiz y el resto son del antiguo Baluarte de Santa Cruz
Ya asoman por las troneras del paseo de San Carlos los cañones hallados en las obras del parking subterráneo de Canalejas. Apuntan al frente, como si de repente fueran a aparecer galeones piratas o barcos franceses. Sobre sus cureñas, fieles reproducciones de las de épocas pretéritas. El primero de los cinco ya colocados -en San Carlos habrá diez en troneras alternas- es del siglo XVII. Holandés, por más señas, y de ocho libras. Documentado por un dibujo de 1686. La pieza formaba parte de un barco de la flota angloholandesa que atacó Cádiz en 1625 y se hundió en nuestras aguas. "En la esquina de la Diputación existe uno igual, más pequeño", comentaba ayer Antonio Ramos, experto en cañones y artillería que ha participado en el proceso de recuperación de estas piezas.
Cree Ramos que los otros nueve cañones de San Carlos no tenían un uso militar, aunque sí disuasorio ante las fuerzas navales de los franceses, colocados, según Ramos, en el llamado Baluarte de Santa Cruz, que se enclavaba en la actual plaza de las Tortugas. Allí, en un recodo de las murallas de Cádiz, se tiraron a la arena tras el asedio gabacho y encima se construyó el muelle. Cien años después aparecieron en las citadas obras del estacionamiento subterráneo. Desconocida su procedencia, es seguro que no fueron elaborados en la Real Fábrica de Artillería La Cavada (Cantabria), la primera siderurgia e industria armamentística del país que produjo durante más de dos siglos, entre 1622 y 1835, elementos de artillería y munición de hierro destinados a la defensa del imperio español y a garantizar su dominio de los mares.
Ramos, durante la visita oficial de la alcaldesa, Teófila Martínez, en la mañana de ayer, hizo bueno el dicho de "lo que no se conoce, no se quiere", para defender la colocación de los cañones "en una fortificación, donde tienen que estar, y no en los museos". El experto en artillería coincidió con la primera edil en la necesidad de concienciar a la ciudadanía del cuidado de estos cañones y aprovechó la presencia de Martínez para proponer la creación, en los antiguos Depósitos de Tabacos, un nuevo espacio cultural proyectado por el Ayuntamiento, de un centro de interpretación y documentación de las fortificaciones y baluartes de la Bahía. Porque, como dijo la alcaldesa, "es importante recuperar la visión cercana de nuestra historia".
De los 16 cañones encontrados en el subsuelo de Canalejas, dos se muestran ya en el Museo del Dique de Navantia. Otros dos se ubicarán en la batería de la Segunda Aguada, un par en la fortificación de Puertas de Tierra y los diez restantes en San Carlos.
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