La historia de Cádiz

Aparece en Chicago una grabación con imágenes inéditas de Cádiz en 1954

  • Comercios históricos aún abiertos, carros llevados por mulos, el viejo Hotel Atlántico en pie....

  • El vídeo fue adquirido en una subasta por un coleccionista canadiense

Imágenes inéditas de Cádiz en 1954

De vez en cuando aparece una fotografía desconocida de la ciudad donde podemos ver los profundos cambios que se han ido produciendo en Cádiz en el último siglo. Pero no es nada habitual localizar una grabación. Salvo acontecimientos como las Fiestas Típicas, el Trofeo Carranza o alguna visita de relevancia, recogida por los noticiarios como el NO-DO, apenas quedan referencias para completar el relato cinematográfico de Cádiz que no sean grabaciones familiares.

Así, se convierte en un documento extremadamente valioso imágenes como las captadas por un turista extranjero del Cádiz de 1954. 

No era una época de habituales visitas turísticas a la ciudad, más allá de los escasos cruceros que atracaban en el puerto gaditano. Era, además una época en la que Cádiz aún estaba recuperándose de las heridas provocadas por la Explosión de 1947, por lo que el interés del visitante se circunscribía al casco antiguo, con la playa de la Victoria todavía en fase de conversión en uno de los referentes para el turismo.

Estos fragmentos del Cádiz de mediados de siglo hubieran seguido en la oscuridad de no ser por la labor de Francois Arseneault: un canadiense amante de la imagen que ha trabajado durante 34 años de cámara profesional y que siempre ha sentido un aprecio especial por vídeos y películas.

1954, A brief visit, Cádiz, puede verse en el canal de YouTube CanadaMotorSports / Reel Life, que aúna el audiovisual automovilístico con la recopilación de todo tipo de grabaciones antiguas y contemporáneas (incluyendo también las dedicadas a deportes de motor) de más treinta países, en el periodo que comprende de 1923 a 1983. Arseneault cuenta que lleva ya una década coleccionando cintas caseras antiguas de 16 mm en subastas públicas, tiendas de segunda mano, pujas online, etc. Es tal su afán, que ya acapara varios miles de carretes.

La grabación que muestra al Cádiz de 1954 la consiguió en una subasta pública en el área de Chicago, en Illinois, Estados Unidos. Arseneault desconoce quiénes eran tanto el autor del reportaje como su esposa, pero sí que sabe que se dedicaron a viajar por toda Europa entre los años 1952 y 1954. En ese último año, "viajaron por España, Portugal y Marruecos, donde filmaron escenas maravillosas en lugares que no eran los sitios turísticos típicos de la época", cuenta Arseneault, subrayando la calidad de la grabación gaditana, en la que "claramente, el fotógrafo utilizó un trípode".

"Conservo y digitalizo estos carretes únicos, y los comparto online para que todo el mundo pueda disfrutarlos -explica Francois Arseneault-. Es mucho mejor que dejarlos languidecer en la oscuridad, olvidados en alguna estantería". "Espero que quizá alguien pueda llegar a reconocerse. Contemplar el discurrir de la vida en tu ciudad hace 67 años es una gozada", afirma en conversación con Diario de Cádiz.

Las imágenes se concentran en una vista del Campo del Sur, se recrea en la plaza de la Catedral con un rápido vistazo al barrio del Pópulo y nos permite vislumbrar parte de la fachada del edificio primitivo del Hotel Atlántico, la gran residencia para turistas de la ciudad en esa época. 

La grabación concluye con un camión de la Armada americana incluido, con imágenes de los jardines de la bodega de González Byass y su bella reja construida en el taller de Eiffel.

Hay que ver detenidamente la referencia gráfica del Campo del Sur de Cádiz en 1954. Nos llama la atención la ausencia de vehículos, sustituidos en este caso por un carro, imagen captada sin duda con curiosidad por la pareja de turistas. También se cruza en el camino un coche a caballo, el único cerrado que aún quedaba en la ciudad, y que era utilizado por las Hermanitas de los Pobres, que entonces estaban en el Balón.

Al fondo, a la altura del Baluarte de la Candelaria y con Capuchinos aún en pie en su totalidad, se ve junto a la balaustrada del Campo del Sur una construcción militar, levantada durante la Guerra Civil, que formaba parte de las defensas de la ciudad dentro de los equipos que completaban las baterías de costa.

Metidos en la ciudad se visualizaba, superando la altura de las edificaciones, la histórica chimenea de la fábrica de la Cruz Blanca.

El turista se recrea con su cámara en la plaza de la Catedral. En su centro, la estatua del obispo Silos Moreno. Y aún abiertos establecimientos históricos como Almacenes Barcelona, que había sido destruido durante los desórdenes producidos en la II República, y el emblemático Bar Terraza, entre otros locales que conformaban un comercio tradicional activo.

En contraposición con la  elegancia en el vestir de los turistas, los trajes sencillos de los paseantes gaditanos. Ellos, con boina y algunos incluso soportando sobre su cabeza un saco, tal vez de alimentos.

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