Cádiz

Ángeles cofradieros

  • Un grupo de artesanos han unido su trabajo de manera desinteresada para donar al colegio de Afanas una dolorosa que ayer fue bendecida

Hay veces en que la actualidad cofrade pasa a un segundo plano; en que los conflictos o disputas en torno a la Semana Santa (ya sea por una marcha procesional u otra, por un estilo de carga o el contrario, por determinado exorno floral...) dejan de tener sentido por unos momentos. Y sobre todo, hay veces en las que un gesto comunitario de colaboración como el que se celebró ayer en el colegio de Afanas casi es impensable, increíble, desconcertarte.

La historia que ocupa este reportaje -y que es más propia de un cuento navideño que de la actualidad cuaresmal- se remonta al pasado verano, cuando la familia de un alumno de Afanas fue a visitar el taller del joven imaginero Alejandro Sánchez Montes de Oca para plantear la posibilidad de realizar una Virgen para el colegio. Esta posibilidad llega por la mediación de María Eugenia Cuenca -joven cofrade miembro de la permanente del Consejo que pertenece a esa familia-. "Ellos querían hacer la Virgen nueva, pero no disponían de muchos medios económicos para ello. Y a los dos o tres días decidí donarla íntegramente, pensando en que el dinero que iban a emplear para la Virgen lo podían destinar mejor a otras actividades con los niños", explica el imaginero que tiene su taller en la plaza de Viudas.

Así fue como Alejandro comenzó a trabajar en esta imagen de vestir de pequeño tamaño. Pero la historia no queda solo ahí: al poco tiempo, se le ocurrió a este joven que su aportación no debía quedar solo en la entrega de la imagen, sino que iba a implicar a otros artesanos para completar el encargo. Así es como empezó a llamar a unos y otros para conseguir que la Virgen llegara en Cuaresma a Afanas con un terno (saya, mangas y manto), o con unas flores.

Y es entonces cuando entran en escena la distribuidora textil Estévez, que regaló la tela necesaria para confeccionar el vestido de esta imagen (de terciopelo color corinto para la saya y morado para el manto); Ana María Selvático, que es la persona que ha regalado su mano de obra para confeccionar, en pocos días, la ropa; y los bordadores Alberto Florido y Silvia Alfaro, que en apenas una semana han bordado la saya y las mangas.

"Me sumé sin pensármelo. Tal como me lo dijo Alejandro le respondí que sí. Y estoy muy contento, ha sido algo muy bonito", explicaba ayer Alberto Florido, que ha realizado este trabajo con piezas de primera calidad que estaba confeccionando para otros encargos.

El florista Jesús Garrido y el fraile dominico Juan Franco -recién llegado de Roma, donde el pasado sábado fue ordenado diácono-, completan esta historia. El primero de ellos regalando varios centros de flores y el segundo llevando a cabo la bendición de la imagen.

Por todos estos factores, no es de extrañar la emoción que tanto los familiares de los alumnos del centro como los artesanos implicados en el proyecto vivieron en el acto de ayer. "Ha sido una mañana de emociones, estoy supersatisfecho con los que hemos hecho esto", manifestaba Alejandro. Esa emoción plasmada en lágrimas algunas veces, se entremezclaban con los aplausos que una y otra vez repetían los receptores de esta nueva imagen, que mostraban una felicidad exultante ante el acto que estaban viviendo. "¡Vamos a darle los primeros vivas a la Virgen!", invitó Juan Franco a los presentes, que prorrumpieron en gritos hacia su nueva imagen, a la que también cantaron la Salve.

De esta forma escribía su penúltima página este cuento cofradiero, puesto que esa última página llegará mañana con la salida procesional de la nueva Virgen salida del cariño de distintos artesanos.

Por cierto, un último detalle: la Virgen ha sido bendecida bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, simbolizando así el trabajo que unos ángeles han realizado desinteresadamente "para entregar este regalo a otros ángeles, que son todos los niños y mayores del colegio de Afanas", según explicaba el principal impulsor de esta iniciativa, Alejandro Sánchez Montes de Oca.

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