Cádiz

Ángela Rodríguez 'Pam': "Las rebajas de pena a violadores son decisiones que toman algunos jueces"

La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam', en la hemeroteca de 'Diario de Cádiz'.

La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam', en la hemeroteca de 'Diario de Cádiz'. / Lourdes de Vicente

No parece cansada pero la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam, en unos días lleva en el cuerpo los kilómetros que distan entre Pontevedra y La Rioja, “y Baleares, y Canarias, y lo que me echen”, dice la gallega que en 2021 ocupó su actual cargo y que ayer estuvo en Cádiz para acompañar a Marina Liberato, candidata a la alcaldía de Cádiz de Podemos, su partido, en algunos actos de campaña. Hay que movilizar el voto. El mayor enemigo a batir es “la abstención” conviene la política que, también en su etapa como asesora parlamentaria, ha participado activamente en la negociación del Proyecto de Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual, el Anteproyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI, entre otras.

–¿Qué le ha traído más dolores de cabeza sacar adelante, la Ley trans o la Ley del sólo sí es sí?

–¿Me puedo tirar al suelo? (bromea) Ambas leyes tuvieron un debate muy profundo y complejo. A mí me han dolido mucho los ataques al colectivo trans durante la tramitación de esta ley, pero me toca mucho más de cerca lo que tiene que ver con la violencia sexual, para mí es el motivo más importante por el que hago política, y es profundamente doloroso que el PSOE, creo que por motivos electorales, haya decidido pactar con la derecha una reforma de esta norma causando un retroceso profundo en lo que tiene que ver con los derechos de las mujeres. Volver a este modelo en el que se exige mostrar la violencia, la heridita, es un retroceso de los derechos de las mujeres y, además, creo que habla muy mal de la concepción que tiene el PSOE de la libertad sexual. Esta ley no va solamente de que pudieras decir que no, va de elegir cuándo dices sí. Este era el gran cambio que planteaba la reforma del Código Penal de la Ley de la Libertad Sexual, intentar abrir una conversación sobre qué es el consentimiento.

–¿Están saliendo más violadores a la calle con esta ley?

–Nadie quería que hubiera violadores saliendo a la calle. La gente que redactó la ley y la gente que la aprobó en el Parlamento, nadie redactó esa norma con esa intención. Es más, el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Fiscal, que evaluaron la norma antes de ser aprobada, señalaban peligros en el sentido contrario, que esta ley era demasiado punitiva. La propia Fiscalía General del Estado y la fiscal de sala de Violencia sobre la Mujer dijo que este era un código penal más duro porque incluía otras penas más accesorias como el tiempo de inhabilitación, pongamos, de un profesor que comete un delito contra la libertad sexual, se cambia el tiempo para poder pedir el tercer grado… Hay que recordar que estas decisiones de rebajas de pena y de excarcelaciones son decisiones que toman algunos jueces. Sé que plantear esto ha provocado un debate muy intenso pero yo quiero invitar a la ciudadanía a reflexionar sobre esta materia. Con la misma ley, con el anterior código penal, incluso, tenemos el caso Arandina. En primera instancia se dijo que eran 38 años y en segunda instancia se puso 4 años a cada violador y a uno se le absolvió. Eso lo hicieron dos jueces con el mismo código penal en la mano. Esto tiene que recordarnos que el código penal es interpretable y por eso nosotros lo que planteamos en la ley, y está aprobado y debe suceder, es más especialización en los operadores jurídicos para que todos puedan entender bien la naturaleza de la violencia sexual. Por eso es tan importante el debate de si es exigible la violencia porque hay quien entiende que para que se dé violencia sexual tiene que haber violencia física, pero es que la violencia sexual ya es una violencia en sí misma.

–¿La reforma pactada entre PP y PSOE acaba con las rebajas de pena?

–No solventa el problema, no evita las rebajas de pena. Cambian una pequeña parte del código penal, que es muy importante, pero quiero recordar que la ley es infinitamente más grande y que tiene cosas tan importantes como el acceso a la justicia gratuita para las víctimas de violencias sexuales, el crear centros de crisis para que cualquier víctima pueda ir a un centro público a que te recojan muestras y te atienda una psicóloga especializada sin poner denuncia y la educación sexual obligatoria. Estas tres medidas son absolutamente cruciales y aquí es donde hay que poner, en mi opinión, el esfuerzo. Y por eso es tan importante las elecciones, porque en pocos lugares la educación sexual está siendo obligatoria. En Cataluña se ha empezado a dar pasos pero Andalucía, en este sentido, es un páramo y creo que el Gobierno de Moreno Bonilla no ayuda nada a erradicar de raíz la violencia machista.

–En Andalucía en 2014 PSOE e IU en el gobierno, y con el apoyo del PP, aprueban una Ley Trans pionera en su momento. ¿A qué cree que se debe toda la polvareda política y social que se ha levantado con la estatal?

–Y añado más, en 2019 se debatió en el Congreso de los Diputados una reforma de la ley de identidad de género del 2007, que fue propuesta por el PSOE y que decía exactamente lo mismo que finalmente ha dicho la ley trans que hemos aprobado gracias a Podemos. Tengo la sensación que esto tiene que ver con quién ha propuesto las cosas pero también porque hay una reacción de odio a los avances de las personas LGTBIQ, aunque ese odio ha venido por parte de quien no lo esperábamos. Pero en esta cuestión, y más ahora en elecciones, lo que hay que recordar es que ningún discurso de odio tiene cabida en una posición democrática y, aún menos, dentro de las instituciones.

–"Las personas de nuestro colectivo nos jugamos muchísimo en estas elecciones", dijo usted al comenzar esta campaña electoral del 28M. ¿Cree que corre peligro la ley trans?

-Lo creo y lo afirmo. Estamos viendo una campaña en la que la reacción se está mostrando sin complejos. Y es una reacción machista, racista y LGTBIfóbica. Lo decía, y me ha criticado mucho la derecha por esto, pero yo no pido el voto sólo como miembro de Podemos o como feminista sino también como parte del colectivo LGTBI porque creo que en las próximas legislaturas municipales, autonómicas y, por supuesto, la estatal, nos vamos a jugar si de verdad se ponen en marcha las leyes que hemos aprobado o hay retrocesos. Y hay políticos de derecha que están diciendo ya claramente que no quieren que se avance en estos derechos y vuelven viejos fantasmas como llamarnos enfermos o que se casen pero que no adopten… Cosas que no escuchábamos hacía mucho tiempo.

–Uno de los movimientos más transformadores de nuestro tiempo es el feminismo pero el debate en torno a esta Ley Trans y a la cuestión de la prostitución abriendo brechas en los últimos años. ¿Cree que son diferencias irresolubles?

-El movimiento feminista siempre ha sido plural y en él conviven muchos feminismos, nada tiene que ver el feminismo de una mujer negra precarizada que trabaje limpiando hoteles con el feminismo de una profesora de Universidad con una cátedra. Siempre va a haber diferencias. Pero sí creo que es tremendamente valioso, y es un legado feminista, el de tejer las diferencias entre posiciones que han estado históricamente separadas. Creo que se pueden generar síntesis entre ideas diferentes y para mí uno de los ejemplos más claros tiene que ver con la prostitución. En el Ministerio de Igualdad convivimos personas con pensamientos diferentes en torno a la prostitución pero sí tenemos una síntesis que es importante: hay que proteger los derechos de las mujeres que están en estas circunstancias. Y esto pasa por cambiar la política de extranjería de este país y a estas mujeres, que en su mayoría están en situación administrativa irregular, darles papeles, darles casa, formación y protección social. Esto es una síntesis feminista. Prevalece la mirada de derechos humanos sobre el debate de la voluntad o de la regulación o abolición, que es otro.

Ángela Rodríguez 'Pam', en 'Diario de Cádiz'. Ángela Rodríguez 'Pam', en 'Diario de Cádiz'.

Ángela Rodríguez 'Pam', en 'Diario de Cádiz'. / Lourdes de Vicente

–¿Es importante movilizar el voto en estas municipales? ¿La abstención es el mayor rival a batir?

-Completamente de acuerdo. Tenemos siempre unos porcentajes muy altos de abstención, no sé con exactitud en Cádiz, pero, en general, ronda siempre el treinta y pico por ciento. Es muy mala noticia en términos democráticos que 3-4 de cada 10 personas no vayan a votar, y por eso creo que las elecciones también tienen que servir para recordarle a la ciudadanía que este es su derecho y que esto no va de elegir a tal o cual candidato sino de cómo quieres que sea la vida en tu ciudad o tu pueblo en los próximos 4 años.

–Podemos en Cádiz opta a la alcaldía fuera de la confluencia de Adelante Izquierda Gaditana, ¿cómo lo valora usted?, ¿es más ventajoso, más perjudicial...?

-Yo respeto mucho los procesos políticos de cada zona pero en todo caso sí te puedo decir que las compañeras de Adelante son una fuerza hermana y lo que tenemos que hacer en estas elecciones es movilizar el mayor voto progresista posible. Vengo aquí a apoyar a Marina Liberato, la candidata de Podemos, pero creo que lo fundamental es que podamos servir de pegamento para esas conversaciones que son necesarias para que haya un gobierno amplio, plural y progresista en Cádiz. Para que ese gobierno  tenga mayoría creo que Podemos puede ser clave y Marina puede funcionar de pegamento para que las compañeras de Adelante y, desde luego, el Partido Socialista, nos podamos entender para llegar a una mayoría progresista sólida.

–Volvamos a la escena nacional. El caso Vinícius nos recuerda que tenían en cartera una Ley contra el Racismo, ¿qué es de ella?

–El caso de Vinícius es un caso grave pero es una anécdota en un mar de racismo estructural. Por eso para nosotras esta ley es fundamental. Es una ley que está escrita a la espera de que el PSOE quiera que sea aprobada en el Consejo de Ministros y es una ley que incluye medidas clave en el ámbito educativo y que tiene que servir para cumplir con esa demanda de regularización de tantas personas migrantes que en nuestro país cumplen, además, con trabajos esenciales, ya sean trabajadoras del hogar o trabajadores de la fresa en Huelva. Es una cuestión de democracia y ojalá aquí Pedro Sánchez fuera más parecido a Zapatero. También es muy importante de esta ley es atender a las víctimas de delitos de odio y desde hace unas semanas está en marcha, gracias al Ministerio de Igualdad, el teléfono 021 que funciona igual que el 016, y que funciona 24 horas al día y que remite a oficinas presenciales en las que se pueda ayudar a estas víctimas de los delitos de odio.

–¿Han aumentado los delitos de odio?

-Sin duda han aumentado por motivo de origen étnico o de país de origen o con motivos vinculados a la identidad de género o la identidad sexual. Pero también quiero lanzar una reflexión que me parece importante, y pienso lo mismo para la violencia machista, y es que muchas veces más denuncia no quiere decir más violencia, sino más violencia revelada. Y esto quiere decir que muchas personas se atreven a dar un paso porque creen que al otro lado va a haber una institución que les da respuesta. Por eso también es tan importante lo que ha hecho Vinícius, porque no es admisible que en ningún lugar, ni en el ámbito deportivo, ni en el laboral, ni en ningún otro, a una persona le traten de esa manera. También me parece muy bello que hemos lanzado hoy (este 23 de mayo) una comunicación conjunta entre el Ministerio de Igualdad Racial de Brasil y el nuestro, porque tenemos una alianza muy fuerte feminista con el gobierno de Lula y queríamos reflejar también que la protección de lo que le ha sucedido, en este caso a Vinícius, requiere de una protección internacional. Y da igual que seas jugador del Real Madrid o recojas fresas en Huelva, hay que estar con los derechos humanos de estas personas.

–¿De qué se siente más orgullosa del trabajo que ha hecho en la secretaría de Estado de Igualdad?

–Es una cosa un poco personal pero de lo que me siento más orgullosa es que la Ley de Libertad Sexual incluya un artículo para la creación de un servicio de asistencia psicológica a víctimas en el sistema nacional de salud y que sea gratuito para toda la vida. Porque una cosa que te pasa en unos minutos te puede joder la vida para siempre y ninguna mujer se merece tener que pasar el resto de su vida pagándose un psicólogo para intentar recuperarse de una agresión. A mí me importa mucho la recuperación de las víctimas, y para esa recuperación, y lo sé en primera persona, es imprescindible el apoyo psicológico durante toda tu vida. Esto no abre titulares, ni es una prioridad de los gobiernos desarrollarlo, pero es de lo que estoy más orgullosa.

–Si sólo dependiera de usted, y no tuviera que ponerse de acuerdo con nadie, ¿qué proyecto desearía poner en marcha?

-Lo tengo muy claro, yo haría un sistema estatal de cuidados, como existe un sistema nacional de salud o educativo porque creo que ahí está la llave para que se cierren las brechas de género que existen en la sociedad. El otro día hablábamos de una aplicación para contabilizar las tareas del hogar y salieron todos los ofendiditos de España para llamarnos imbéciles a todas las del Ministerio porque esto se arregla con un papel y con un boli… Si fuera tan sencillo arreglar la división sexual del trabajo con un papel y con un boli, digo yo, que alguna mujer en los milenios de patriarcado que llevamos se le hubiera ocurrido hacerlo. Es evidente que esta es una de las cuestiones que genera más desigualdad pero creo que hay que avanzar en esta línea. Pero también sé que es una política de transformación económica muy profunda. Y creo que las feministas tenemos que hablar mucho de economía y es ahí quizás donde creo que estamos más lejos del Partido Socialista. El PSOE ha tenido muy claro, por ejemplo y aunque sea una cuestión descafeinada, apostar por la economía verde en los fondos europeos, pero no ha tenido igual de claro apostar por una economía de los cuidados feminista, y si hubiéramos apostados por estas dos cuestiones con la misma intensidad hoy tendríamos unos resultados en la economía donde no estaríamos otra vez las mujeres poniéndoles rostro a la desigualdad.

–Dicen de Ángela Rodríguez 'Pam' que no tiene filtros, ¿se lo toma con un halago o como algo despectivo?

-Sé que mucha gente me lo dice como algo despectivo porque se espera de los políticos que tengan otras formas, pero yo no venga una universidad privada, ni de un puesto en un consejo de administración, vengo de barrio, de una familia humilde y llevo toda mi vida hablando de esta manera y creo que sería un error  comportarme de una forma diferente por estar en política. Sé que hay gente a la que le pueda incomodar pero otra mucha que nos dice, no sólo a mí, sino a gente que habla claro como yo, te he entendido. Y para mí eso es lo importante, que se entienda lo que estamos haciendo porque la gente que nos escucha es para la que estamos trabajando. Más vale eso que estar desconectado de la gente para la que sirves.

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