Con una imborrable sonrisa y el brillo del triunfo marcado en sus ojos, la jugadora de fútbol sala profesional Amelia Romero de la Flor afirma contundente que 2018 “ha sido mi año, sin duda”.

Los éxitos se le han agolpado en lo profesional y lo personal. Este año ha sido elegida segunda mejor jugadora del mundo de fútbol sala en los premios Umbro Futsal Awards 2017, y vuelve a estar en la lista de las diez mejores de 2018, “un logro grandísimo porque en España es muy complicado”. También se ha hecho “con el mejor título que podría tener, el de la Copa de España que gané con mi equipo –Futsi Athlético Navalcarnero– el pasado junio en mi tierra, en Cádiz, donde se trató como un torneo importante, equiparándolo al de fútbol sala masculino”. Y por si fuera poco, esta joven deportista de 28 años que ya suma 8 viviendo en Madrid acaba de “encontrar mi camino”, que pasa por el emprendimiento focalizado en sus dos pasiones: “el fútbol sala y los niños, pues he estudiado Educación Infantil”, a través de la promoción de este deporte en la provincia de Cádiz. De hecho, ya ha organizado campamentos de verano de fútbol sala, un evento esta misma semana “y ya estamos hablando con otros ayuntamientos”.

Es la respuesta a la realidad de una mujer deportista en el ámbito del fútbol sala, todavía a años luz del fútbol “pues de este deporte sólo viven tres equipos masculinos y uno femenino en toda España”, explica de la búsqueda de alternativas a la que todas se ven obligadas.

Por eso Amelia celebra la oleada feminista de 2018, “un año que ha sido muy positivo para la mujer en la lucha por la igualdad en general, y también en mi ámbito, donde se están dando pasitos gracias a los éxitos cosechados por las mujeres”, afirma. Como ejemplo cita otras grandes noticias para el deporte, como la primera entrega del Balón de Oro femenino “que se entregó en la gala del Balón de Oro masculino” y la celebración en 2019 de la primera Eurocopa de fútbol sala femenino, “que es el primer título que reconoce la UEFA”.

Son pequeños pasos con los que las mujeres siguen avanzando en un mundo que les pertenece por méritos propios, y en el que quiere proyectar un futuro marcado por esta pasión. “Mi objetivo es promocionar el fútbol sala a partir de valores como la educación, la igualdad y el esfuerzo para romper barreras y estereotipos y que ninguna niña se quede en casa, pues quiero ofrecer la oportunidad que me hubiera gustado a mí”.

Porque Amelia empezó a darle al balón cuando apenas contaba con 5 años, edad a la que su madre y familia empezó a apoyar su ya exitosa carrera. Así que a 2019 le pide “que sigamos creciendo, que sigamos haciendo lo mismo, y no más, para conseguir lo mismo que ellos. De eso se trata la igualdad”.