El cierre definitivo de la fábrica de tabacos se retrasará cuatro meses más. La empresa tabaquera Altadis, dependiente del grupo Imperial Tobacco, comunicará hoy al comité de trabajadores su última decisión: que en Cádiz haya actividad hasta el 30 de abril de 2014, en lugar de cerrar definitivamente a finales de este año como se había anunciado en un principio.

Fuentes de Altadis confirmaban ayer a este periódico la información. Y destacaban que este retraso de la fecha permitirá que otros dos trabajadores de la fábrica puedan acogerse al plan de prejubilaciones propuesto por la empresa –que ya anunció que en estos casos aplicaría la misma cláusula de garantía del expediente de regulación que se aprobó en marzo de 2009–.

Este retraso hasta abril de 2014 no significa en ningún momento que la fábrica vaya a seguir funcionando como tal cuatro meses más de que lo que Altadis había previsto hace tan solo veinte días (cuando anunció el cierre de la fábrica de Cádiz). Ese período añadido ahora va a servir para proceder al desmantelamiento de los 153.000 metros cuadrados de instalaciones y de la maquinaria con que cuenta la planta con sede en la Zona Franca de Cádiz.

Por tanto, las previsiones siguen siendo que a finales de este mes de junio deje de producirse el tabaco expandido en la planta gaditana y que la actividad de los almacenes también ponga fin el 31 de diciembre. Pero mantener en activo parte de la plantilla en esas tareas de desmantelamiento durante los cuatro primeros meses de 2014 permitirá a otros dos trabajadores (según la información facilitada por fuentes de Altadis) acogerse a ese plan de jubilaciones.

En caso de que este planteamiento salga adelante, de los 76 puestos de trabajo existentes actualmente, serían 62 los empleados de la fábrica que se prejubilarían, mientras que ocho seguirían teniendo que optar por el traslado a otras fábricas o por la baja incentivada –con 45 días por año trabajado, planteó la empresa en un principio–. Los seis restantes siguen siendo los contratados de manera eventual cuando hubo que ampliar los turnos de trabajo del tabaco expandido, y cuya relación con la empresa finalizará al término de esa actividad.

Esta propuesta, que hoy trasladará la empresa al comité en una nueva reunión que se celebrará esta tarde en Madrid, no ha sido muy bien valorada por los empleados. El presidente del comité de la fábrica gaditana, José Luis Marín, reconocía anoche que la medida es “algo mejor” que el planteamiento inicial que puso sobre la mesa Altadis. “Pero no nos satisface porque todavía hay compañeros que se tendrán que trasladar sí o sí a otras fábricas”, remarcaba Marín, que concluía que “no es tan buena noticia”.

Cabe recordar que la propuesta que el comité elevó a Altadis era mantener abiertos los almacenes hasta que se agoten las existencias, de manera que la fábrica pudiera seguir en activo al menos hasta 2016 a la vez que se entendía que supondría un beneficio económico para la propia tabaquera. Dicha propuesta, sin embargo, fue tumbada por Altadis en las negociaciones que tuvieron lugar la pasada semana ya que el tabaco que irá de Cádiz a Le Havre no regresará luego a Logroño –como defendían los trabajadores– sino que se distribuirá por las distintas fábricas que la empresa tiene en Europa.

La plantilla esperará a conocer hoy oficialmente este giro acordado por Altadis en relación al futuro de la fábrica de Cádiz “y ya a partir de ahí veremos por dónde podemos tirar”, indicaba José Luis Marín en referencia a la posibilidad de elevar nuevos planteamientos encaminados a salvar o mejorar la situación principalmente de los trabajadores que tendrían que marcharse a otras fábricas.