Actividades esenciales y no esenciales. Ahí radica la cuestión del nuevo funcionamiento que tendrá la actividad ordinaria a partir de este martes. Las normas anunciadas este domingo por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, configuran una jornada que a partir de las seis de la tarde quedará relegada a la mínima expresión y que adelantará el toque de queda a las diez de la noche.

Una de las dudas que deja el planteamiento del Gobierno andaluz es qué ocurrirá en las iglesias. ¿Tendrán que cerrar sus puertas a las 18.00 horas, al considerarse una actividad no esencial y suspendiendo, por tanto, todas las misas y actos que se desarrollan por la tarde? ¿Se respetará el culto religioso, como ya ocurrió durante el estado de alarma, bajo las condiciones que se estipulen de aforo en el interior de los templos?

Esta incógnita esperan los sacerdotes y también los responsables de hermandades y asociaciones que quede resuelta cuando el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía explique con detalle las nuevas normas a seguir a partir del martes y, en principio, hasta el día 23, así como sus excepciones y condicionantes.

Además de lo que establezca el BOJA, habrá que estar también atentos a las posibles indicaciones que desde cada diócesis se puedan trasladar respecto al nuevo escenario planteado en Andalucía. En este sentido, conviene recordar que ya durante el estado de alarma Cádiz mantuvo las iglesias abiertas y la celebración de los cultos en su interior, atendiendo a las indicaciones trasladadas por el Gobierno estatal; pero, por el contrario, otras muchas diócesis (de hecho, la mayoría de España) optó por cerrar las iglesias para evitar posibles contagios.

La restricción horaria que se va a imponer en Andalucía llega, además, en pleno mes de los difuntos, donde aumentan las misas ya reservadas para ser aplicadas especialmente por los difuntos. A lo que se unen los cultos que las hermandades aplican por este motivo en este mes de noviembre. Por no hablar del precepto dominical, que quedaría reducido a la mañana del domingo si la Junta de Andalucía o el Obispado de Cádiz decidieran el cierre de los templos a las seis de la tarde.