El Poetita. Por Fernando Santiago

EL POETITA

Juan José Téllez nació en 1958, yo también. Se casó en 1982, yo también. Tuvo su hijo en 1983, yo también. Tiene el Premio Agustín Merello, yo también. Practica el bienquedismo, yo tampoco. Suele repetir Luisa, la de Quorum, “Téllez es como un osito de peluche, todo el mundo quiere darle abrazos”. Durante 10 años viajamos por todo el mundo para hacer varias series documentales.Ahí aprendí que no le gusta , aparte de una proverbial habilidad para perderse en cualquier lugar, por peligroso que fuera, en el Parque Rizal de Manila, en la selva colombiana, en los caminos de la Isla de Negros(Filipinas). Fuimos a Bristol para el documental “El vino de Shakespeare”, aparcamos en el puerto y nos dimos cuenta que era la primera vez que estaba en ese lugar a pesar de que uno de sus poemas rezaba “viejos muelles de Bristol, oíd mi corazón amotinado”. Conocí a Téllez en 1976, cuando él formaba parte de la comunidad cristiana de Santo Domingo, formaba parte de un grupo de música folk, como se llevaba entonces, denominado “Sin nombre”. De aquella época salió el grupo Jaramago, con Rafa Marín, Ángel Olivera, Manolo Ruiz Torres y muchos otros, una revista hecha a ciclostil, como era norma por entonces, que venía a sustituir a Marejada. En las interminables rutas por carretera, a nuestro productor, Salva Celada le dio por establecer la clasificación de poetas de la provincia: Caballero Bonald, Quiñones , Antonio Hernández , Jesús Fernández Palacios y el propio Téllez. De ahí que Salva le pusiera a Téllez El Poetita, transformado en The Little Poet si pisábamos algún país de habla inglesa. Antonio Yélamo desconfía de quienes usan sombrero, barba sin bigote, pajarita y cordones en las gafas, con la excepción de Téllez “porque es poeta”, los beneficios que proporcionan las musas. La cantidad de anécdotas que hemos vivido juntos dan para escribir un libro (yo ya lo hice , “Salida de emergencia”), desde la vez que me llamó Teófila porque Téllez había ido a zona de la guerrilla colombiana a buscar una aldea llamada Algeciras y no aparecía, la tormenta tropical en el Mar de las Visayas cuando el Poetita cambió de barco y dijo la famosa frase “las mujeres y los niños primero”, cuando se fue una noche a Valparaíso a riesgo de perder el avión desde Santiago de Chile, tantas vivencias que hacen del Téllez como si fuera de mi familia. El sábado presentaron un libro dedicado a su vida y el jueves le dieron el Premio Merello, una buena semana. Dicen algunos que cuando estamos juntos parecemos Faemino y Cansado, a lo que yo añado: Cansado es el Poetita.

Fernando Santiago

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