Mamarrachada milenaria. Por Fernando Santiago
En primer lugar me van a perdonar que presuma un poco, nosotros hemos estado en Líbano, en Tiro, Sidón, Byblos, Baalbek , el Valle de la Bekaa y el bosque de cedros con un conductor druso. En el Museo de Beirut hay unos sarcófagos más feos y peor conservados que los de Cádiz pero, eso sí, tienen la piedra donde se conserva el alfabeto más antiguo de la historia, y la noria Ferry estaba en pie, que diría Maruja Torres en “Mujer en guerra”. Digo más: no me interesan lo más mínimo las cabalgatas, de hecho solo he ido a una, aquella que se inventó el PP con Carlinhos Brown donde había un espacio reservado para los concejales del gobierno de la época con sus amigotes, compadres, amantes y todos los enchufados del poder en la época bicentenarial. Tan es así que el viernes no fui a la cabalgata fenicia, vi ayer los restos de las serpentinas azules y blancas que estaban enredadas por todas partes. Nadie tiene la culpa de que el levante haya azotado de manera inclemente a la ciudad estos días. Incluso soy capaz de decir que me parece buena idea una semana para recordar nuestra historia, a lo grande. Es normal empezar por los fenicios, pero algunas cosas se podían haber evitado, por ejemplo no hace falta contratar a unos falleros valencianos para reproducir a los dioses fenicios, lo podían haber hecho cualquier artesano de Cádiz, hay muchos y muy buenos. Lo mismo digo de las comparsas de Badajoz, no sé el motivo por el cual hay que traerse desde Extremadura unas comparsas para recordar dioses de la época, debe ser ignorancia mía. Tengo la sensación de que los fenicios no tenían bandera, ni los romanos, aviso para el año que viene, no sé quién se ha inventado semejante patraña. Lo que raya en el ridículo es usar un drakkar traído de Galicia para simular un desembarco fenicio, sobre todo por el hecho sin importancia de que hay un salto de más de 1.500 años entre aquellos habitantes de Tiro y los de los fiordos escandinavos que asolaron Europa. Un pequeño ridículo sin importancia. Para qué hablar de soltar papelillos y serpentinas en una ciudad que ya está muy sucia, con lo que veremos restos de la cabalgata durante meses. El que viva lo verá. Me temo que el mercado fenicio va a ser un mercado andalusí con los vendedores vestidos según ellos piensan que vestían los antiguos habitantes del levante. Está muy bien que haya conferencias , exposiciones, proyecciones y todo tipo de actividades, que los gaditanos aprendamos de la historia. Incluso pienso que los de La Fura dels Baus lo pueden hacer bien, a pesar de los 200 mil eurazos que ha costado su participación. Hay que hacer las cosas con grandeza, más vale una semana fenicia a lo grande que 100 mamarrachadas pequeñitas.
Fernando Santiago
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