El difícil camino de la libertad. Por Fernando Santiago

EL DIFÍCIL CAMINO DE LA LIBERTAD

El Colegio de Periodistas de Cádiz ha puesto en marcha una brillante iniciativa consistente en una ruta sobre la importancia del periodismo en la ciudad, desde aquella Pensadora Gaditana de Beatriz Cienfuegos hasta el Monumento a la Libertad de Expresión realizado por Luis Quintero en la Glorieta de los Periodistas, financiado por un grupo de empresas gracias a la gestión de Javier Sánchez Rojas, aunque en su día no se permitió poner en el pedestal los nombres de quienes habían costeado el monumento. Entre medias, los lugares donde se aprobaron el IXº Decreto de la Libertad de Expresión en noviembre de 1810 con un encendido discurso de Mejía Lequerica, los lugares donde se editaban los periódicos que dieron comienzo a la historia del periodismo como El Conciso, el Semanario Patriótico y tantos otros, las tertulias liberales y conservadoras de Frasquita Larrea y Margarita de Morla, los cafés donde se reunían unos y otros como el Apolo o el Correo. Los lugares donde comenzó el Diario de Cádiz, La Información y el Noticiero Gaditano, este último dirigido por Ignacio Chilía que fue luego represaliado, hasta se podía ir a la Casa de la Nati en el callejón de La Plata donde el censor Antonio Rosales tachaba con un lápiz rojo en las galeradas de los periódicos qué se podía publicar y qué no. Se podía incluir una reseña de los grandes periodistas que pasaron por la ciudad como Manuel Marlasca, Martín Ferrand, Gaby Cañas, Augusto Delkáder y tantos otros. En este mes de la Libertad de Expresión deberíamos empezar por los periodistas asesinados en Gaza por la ofensiva genocida de Israel , los periodistas perseguidos en Méjico o Guatemala, oel despotismo de Trump. La libertad hay que defenderla cada día frente a los déspotas y a los poderosos que quieren restringirla. Ahora el Congreso de los Diputados va a proceder a cambiar el reglamento de la cámara con el fin de impedir que vayan a las conferencias de prensa reporteros groseros y maleducados que han hecho del insulto y la provocación un espectáculo para sus interesas financiados con publicidad de instituciones gobernadas por el PP. Vito Quiles y Bertrand Ndongo son dos impresentables, pero pagamos a los políticos para que aguanten estas cosas, no para que tengan una vida más cómoda del tipo de “me alegra que me haga esa pregunta”. Si la presidenta del Congreso cree que debe retirarles la acreditación porque no respetan los turnos de palabra, que lo haga. Si los políticos creen que les difaman , que reclamen su honor en los tribunales. Cualquier cosa menos agredirles, tirarles el micrófono como hacen algunos que se tienen por adalides de la libertad o quitarles la acreditación .

Fernando Santiago

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