La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
CONTABA el otro día el Diario que unos policías pillaron a dos personajes que trataban de robar a una persona mayor mediante el timo de la estampita. La señora, según la noticia, se negaba a participar del agorero negocio, cuando aparecieron los agentes y corrieron tras los timadores, que habían cogido las de Villadiego. Tras leer la noticia, lejos de pensar en Toni Leblanc, el que se me vino a la mente fue un europeo encorbatado que tiene las palabras democracia y demagogia cosidas a la lengua y las pronuncia como dagas voladoras cada vez que se le antoja desequilibrar a sus adversarios, disfrazados como él.
Ante esta aparente digresión, traté de reconducir mi mente a la historia de la estampita, imaginando a los dos personajes, nerviosos y con cara de malo, ofuscándose al comprobar que la señora se oponía a convertirse en víctima estúpida. De nuevo, mi inconsciente especulativo volvió a imponerse a la razón, y vi a esos dos personajes, enchaquetados, en un banquete de bodas, fumando puros, cada dos por tres entrando en el baño y guiñándose el uno al otro cada vez que pasaba una señora inmersa en litros de colonia.
Deseé salir del disparate mental en el que me sentía atrapado y conseguí visualizar la pobre pre-víctima, luchando internamente contra sus amenazas. Pero solo fue un instante; de repente, se me apareció un joven matrimonio, sentado ante una mesa acristalada, con papeles por firmar delante de sus narices con el término hipoteca rebotando como un eco de pared en pared, sin que sonara la alarma.
Sacudí mi cabeza y quise enfocar el punto de vista sobre los agentes que corrieron tras los supuestos timadores. Sorprendentemente, me los vi en bermudas, comiendo filetes empanados en un bar, charlando entre ellos de lo interesante que sería atrapar a un ex político corrupto en plena huida, corriendo en chanclas la calle Ganado abajo como niñato que lleva el Diablo.
Leo la palabra timo en el titular y me nublo la vista con estrellas amarillas bailando en corro sobre fondo azul. Esto es el colmo ya.
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