"Hasta aquí nos ha traído la tradición que siempre hemos vivido en casa"

Manuel Mendoza, presidente de los belenistas de San Fernando

La asociación de belenistas El Redentor conmemora estas Navidades su 25 aniversario

Ayer, la asociación abrió las puertas de un nacimiento muy especial y muy isleño

Manuel Mendoza, presidente de la asociación de belenistas El Redentor, junto al nacimiento del 25 aniversario.
Manuel Mendoza, presidente de la asociación de belenistas El Redentor, junto al nacimiento del 25 aniversario. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

09 de diciembre 2018 - 05:00

San Fernando/Reconoce que los belenistas tienen mucho de "niños grandes" al dejarse arrastrar por la ilusión de la Navidad. Y entiende que muchos "desde fuera" no comprendan del todo esa dedicación, que uno esté todo el año, desde el mismo 7 de enero, dándole vueltas y vueltas al nacimiento que quiere montar llegado el mes de diciembre. Pero también precisa: "En realidad, hay mucha gente que comparte esta afición al belenismo". Y Cádiz, apunta, es curiosamente la provincia española que tiene más asociaciones belenistas: un total de 16. La de San Fernando, además, se ha ganado a pulso una merecida fama a lo largo de la última década.

Manuel Mendoza Sánchez preside la asociación El Redentor, que este año celebra además su 25 aniversario. Aunque, claro, el belenismo en La Isla es muy anterior. Existía ya mucho antes de que terminara por fraguar en una asociación. "Yo diría que desde finales de los 60 y principios de los 70, que es cuando el hermano Humberto Valencia empieza a dar forma al belenismo en la ciudad", sostiene.

La asociación, eso sí, llegó en 1993 para consolidar todo ese trabajo y aglutinar a los belenistas isleños. "Claro que el belenismo ha cambiado mucho desde entonces. ¡No tiene nada que ver lo que se hace ahora con lo de entonces!", afirma. Aquellos belenes de corcho, lentisco y serrín quedaron definitivamente atrás aunque –admite Manuel Mendoza– siguen teniendo su encanto. De hecho, dice, uno de los proyectos de la asociación es montar uno de esos belenes tradicionales en su local.

Para comprobar esa evolución del belenismo tan solo hay que echar un vistazo al exquisito y minucioso montaje que ayer tarde abrió sus puertas en la sede de El Redentor, en el antiguo colegio Manuel Roldán. Han participado en este nacimiento varios belenistas aunque ha sido José Manuel González Gago el que ha ejercido de director de orquesta. Las imágenes son de Manuel Sanchez Raposo. Todo muy isleño. Es lo que se pretendía al tratarse del 25 aniversario, "que fuera un belén de todos".

Aquellos belenes de corcho, lentisco y serrín quedaron atrás, "aunque siguen teniendo su encanto"

El nacimiento -el Niño Jesús, la Virgen y San José- ocupa un lugar prioritario en el montaje. Es el protagonista absoluto de la escena. "Es lo que siempre he defendido", apostilla. A pesar de las infinitas variaciones que se pueden aplicar, nunca se puede perder la perspectiva, el mensaje central, explica. Precisamente, esa versatilidad de la que son capaces los belenes es uno de sus grandes atractivos para los aficionados: contar lo mismo de una manera distinta cada vez. "El tema es siempre el mismo pero la ambientación se puede hacer de mil maneras distintas".

"Yo creo que lo que define a un belenista es la Navidad en sí", afirma el presidente de El Redentor, que asegura que ni de lejos piensa que la tradición de montar el belén en casa llegadas las fiestas esté en peligro. "Esa tradición es la que vivimos en nuestras casas, con nuestros abuelos, nuestros tíos... Para muchos de nosotros es lo que nos ha llevado hoy hasta aquí, a pertenecer a una asociación belenista. No creo que vaya a desaparecer, aunque sí es verdad que esa costumbre de montar el belén en casa se ha simplificado bastante". Los tiempos cambian. Eso sí, ellos –los belenistas– reconocen que sí se complican la Navidad. "Pero es una complicación muy bonita", admite Mendoza.

"Los belenistas nos complicamos la Navidad, pero es una complicación bonita"

Desde la asociación El Redentor se admite que la participación en el certamen de nacimientos ha descendido en picado, especialmente en lo que se refiere a entidades y comercios. De hecho, este año solo se han contabilizado seis participantes y ninguno de ellos es un establecimiento comercial. "Es complicado. Para hermandades y asociaciones tienen que buscar un local, que no siempre es fácil. Alquilarlo supone un coste, tenerlo abierto durante todas las Navidades...", explica. Antes, además, un belén ayudaba a recaudar fondos. Hoy, sin embargo, cuesta dinero. "Pero es verdad que también son cada vez los que se apuntan fuera de concurso", puntualiza.

El congreso de 2010 y el belén del Bicentenario –recuerda– fue un punto de inflexión para la asociación de San Fernando, que se hizo visible para el belenismo en toda España. Se consiguió posicionar. Ahora, el siguiente reto es Congreso Internacional Franciscus 1223-2023 en el que San Fernando, junto a Sevilla, Jerez, El Puerto y Córdoba, será una de las sedes. Belenistas de todo el mundo acudirán a San Fernando para ver el montaje del Bicentenario. Otro reto.

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