Que viva el 13

CUANDO hace pocos días los compañeros de deportes de Radio Sevilla me preguntaban que había sido lo mejor del año que se iba, mi mente se vistió de azul y amarillo y contesté sin dudar que precisamente eso: que el año se acababa y ya no iba a ver perder más al Cádiz en el 2012. ¿Y en el 2013? ¿Qué ocurrirá?

A priori, para un equipo sumido en la ruina, deportiva y económica, un año que empieza en martes y terminado en 13 no debería traernos demasiadas alegrías. Pero eso se lo dejo a los supersticiosos, porque creer en gafes y en malas suertes es un signo de miedo y desconfianza en las posibilidades de uno mismo. Al Cádiz del 2012 no lo ha matado la mala suerte, que sí que existe a veces, lo han matado el miedo, la inoperancia, la falta de calidad y la falta de conocimiento del medio (que se llamaba así en la escuela y en fútbol se llama saber donde juega uno y que camiseta viste).

El Cádiz ha dado un buen paso con el fichaje de Agné, pero le falta seguir creciendo. Detalles como la falta de directivos en un torneo de la cantera en Sevilla, en diciembre pasado, que significó la perdida de la entrega de un desfibrilador para las secciones inferiores, dice mucho de la situación de república bananera que aún se vive en ciertos sectores de la administración cadista. No se duda de la buena voluntad de nadie, pero esto hay que arreglarlo cuanto antes.

En lo deportivo, pues a ver como se comportan los cuatro fichajes del equipo para esta recta final de temporada. De Peragón se dice que es ya mayorcete para estas lides. A mí eso me da exactamente igual. Le recuerdo a los profetas de Cádiz que el último jugador del que se dijo que era ya viejo y que venía a llevárselo calentito se llamaba Oli. ¿Les suena? Lo que hace falta en este equipo es calidad y si se escasea de ella suplirla con experiencia y entrega. Eso es lo único que nos va salvar.

Dicen muchos que la temporada ya está perdida. Para nada. En primer lugar, perder no ya la temporada sino la historia, sería seguir en esta ruina y bajar a Tercera. Si se evita eso no se habrá perdido la temporada, visto lo visto. Y sobre las posibilidades de ascenso también habría mucho que hablar. En las situaciones dramáticas, como la que nos toca, hay que hacer una simple cuenta. Si estoy jugando para que me echen, sin dar pie con bola y sin meter un gol ni al arcoíris y estoy a 11 puntos de la zona de ascenso, a poquito que mejore y gane tres partidos seguidos me puedo poner a 6 o 5 de la zona de ascenso y ahí ya la cosa cambia. De verdad que no es tan difícil. Es solo cuestión de creer que se puede. Es volver a sentir que esto es el Cádiz y que cosas más difíciles se han visto en el viejo Carranza.

Ha comenzado 2013. El año en el que el Cádiz tiene que demostrarle al mundo que es un club que va a contracorriente y las supersticiones son para otros. Y si dudan, que llamen a Ángel Nieto, con sus 12+1 títulos mundiales o a un servidor, que gano un Primer Premio en el Falla con su chirigota (Tampax) número 13. Podemos.