Crónica Personal

La barrera psicológica

Cuatro millones de parados es una cifra que asusta, pero más asustaban los 5 millones largos que dejó Zapatero

La Encuesta de Población Activa ha determinado que el número de parados está por debajo de los 4 millones. Es una cifra angustiosa para cada uno de los desempleados y sus familias, pero que se haya rebajado la barrera psicológica de los cuatro millones es algo a tener muy en consideración, aunque habría que preguntarse por la calidad de los empleos. La propia ministra Fátima Báñez ya advirtió hace unos días que ese va a ser su próximo objetivo: negociar con empresarios y sindicatos para que se incrementen los salarios y también que se fomente el empleo a jóvenes con varias fórmulas que pretende potenciar o poner en marcha por primera vez.

Cuatro millones es una cifra que asusta, pero más asustaban los 5 millones largos que dejó Zapatero, o la gran escapada de decenas de miles de jóvenes españoles que se marchaban a otros países porque tenían la absoluta seguridad de que aquí no había posibilidad de encontrar trabajo. Seguimos siendo el país de la Unión Europea con mayor índice de paro, pero somos también el país con mayor crecimiento de la UE y el que crea más empleo, la prueba es que se acaba de alcanzar una cifra que no se habría soñado ni en los momentos de mayor euforia. Aunque hay que seguir dando la vara por esos cuatro millones que lo están pasando condenadamente mal, como hay que seguir dando la vara para una mayor calidad en el empleo, tanto respecto a su estabilidad como al nivel salarial.

Coincide el nuevo dato de la EPA con la noticia de que la UE dota a España con más de 800 millones de euros que sumar a la cantidad que destina para cursos de formación. La mitad de los jóvenes parados no ha terminado la ESO, y solo se podrán incorporar al mercado de trabajo con una mínima capacitación. Ya hay dinero para esa formación, lo que hace falta ahora es que haya intención de formarse, algo que no siempre está entre los planteamientos vitales de jóvenes que siguen pensando que algún día conseguirán trabajo aunque no cuenten con ningún tipo de formación con la que presentarse ante una empresa que necesita empleados.

La EPA y las noticias de Bruselas son por tanto positivas, pero hay que tomarlas también con cierta prudencia: España es un país mayoritariamente de servicios y en estos meses de verano el empleo temporal se dispara, pero a partir de septiembre cambia la cosa. Por eso es tan importante formarse en campos no dependientes de la temporalidad, y por eso es importante que gobierno, empresarios y sindicatos se empeñen a fondo en fomentar empleo estable … y con salarios que permitan mirar el futuro con esperanza.

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