Los Deltonos son los protagonistas de uno de los episodios más elementales de la historia de la música moderna española. A pesar de sus idas y venidas, sus cambios estilísticos y la variación de sus componentes, la altísima calidad de sus trabajos y su sonido en directo los han convertido en una leyenda viva, que ahora vuelve con un nuevo trabajo bajo el brazo.

El grupo nació en la localidad cántabra de Muriedas en 1986 como trío, para convertirse casi diecisiete años después en cuarteto. Hasta la publicación de Sólido en 2003, Hendrik Röver, alma máter de la formación, se hizo cargo de las guitarras y la voz (además de la mandolina, el banjo o la steel guitar), pero un cambio estilístico los llevó a incorporar a Fernando Macaya para que reforzase el sonido de las guitarras.

Obviamente, en quince años de carrera Los Deltonos han tenido tiempo para reinventarse muchas veces. Más concretamente, tres. Así, durante su primer período fueron reconocidos por su explosivo y preciso rhythm and blues, que durante los años noventa se convirtió en power-pop. Finalmente, esta última década, influidos sin duda por bandas del tamaño musical de Wilco, han virado hacia un sonido sureño, americano, en el que el banjo, las guitarras acústicas y el lap steel han tomado protagonismo.

En la actualidad, los Deltonos son Iñaki García (batería), Pablo Zeta (bajo), Fernando Macaya (guitarras y coros) y Hendrik Röver, único miembro perteneciente a la formación original.

La caja de los truenos constituye una nueva vuelta de tuerca dentro de la extensa y prolija carrera de la banda cántabra; y aunque sigue incidiendo en los sonidos americanos de sus trabajos de la década pasada, conserva intacto el espíritu rockanrolero de sus orígenes.

Su concierto de esta noche servirá para presentar la fiesta de aniversario de la gaditana Sala Supersonic, que durante el fin de semana tirará la casa por la ventana para ofrecer una yincana de exquisitas actuaciones.