Tribuna Libre

Marta / Meléndez

La sensibilidad del Partido Popular y el 'camposanto' gaditano

Podría parecer que veintiún años son muchos o son suficientes para tener una situación solucionada, pero no parece que en el asunto del cierre definitivo del Cementerio de San José de Cádiz sea así. Y eso porque ante todo en esta situación, nos hemos encontrado de lleno con la insensibilidad del Equipo de Gobierno del PP del Ayuntamiento de Cádiz, y lo que es peor con la voluntad política contraria al entendimiento para dar una solución digna a los miles de enterramientos en fosas comunes que hay en este "camposanto".

El 22 de enero de 1992 el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz acordaba la suspensión de los enterramientos en el cementerio de la ciudad, una decisión que llevaría aparejada el desmantelamiento del mismo, con su posterior dibujo, como parque, del Descanso -comúnmente denominado-, y la decisión de la exhumación y traslado de los restos enterrados en la cuarteladas al cementerio de Mancomunado de Chiclana.

Tres años después de aquella decisión perdimos el gobierno municipal, y desde entonces no se han hecho públicas las intenciones del Equipo de Gobierno del Partido Popular para "desmantelar" las fosas comunes del cementerio, que según los cálculos de la empresa gestora -CEMABASA-, podría estar entorno a cien mil enterramientos. Dieciocho años hace que gobierna el PP, más de los diez años necesarios desde la última exhumación para el cierre definitivo del cementerio, y jamás se ha formulado el plan de actuación, esto es, cómo se van a hacer estas exhumaciones, si estos restos mortales se van a inhumar o incinerar, y con qué financiación se va a efectuar esta actuación. Y ahora, casi de repente, a la Alcaldesa le entran las prisas, y decide llevar al próximo pleno del día 29 de abril, el cierre definitivo del cementerio, otorgando un plazo de tres meses para que los familiares de las personas enterradas en las fosas comunes puedan reclamar los restos. Pero la complejidad de la situación viene añadida por los cientos de asesinados durante los 3 años de Guerra Civil tras el golpe de estado de 1936 y durante la represión franquista, ¿qué pasará con ellos y ellas?, con los 406 cuerpos de quienes nunca quisieron durante esos años reposar en fosas comunes de nuestro cementerio, pero a los que los asesinos sesgaron sus vidas de raíz, sin dar un lugar de reseña a sus familiares, amontonados unos sobre otros, otras sobre unos, sin sepultura digna.

En varias ocasiones debatimos el año pasado en el pleno municipal sobre esta cuestión, siempre bajo propuesta del grupo socialista, porque siempre nos interesó "muy mucho" como se llevarían a cabo las exhumaciones de las víctimas franquistas e igualmente nos interesó conocer cuál era el tratamiento que estaba dando el gobierno municipal a las peticiones formuladas desde la Asociación SOS Bebés Robados.

Lo único que pudimos arrancar del PP en el caso de los "Bebés Robados", fue el compromiso de atender las 232 solicitudes de información que habían recibido de esta asociación, pero, sólo bajo la tutela judicial admitirían las exhumaciones. Sólo deseo que el cierre definitivo del camposanto no perturbe las necesarias actuaciones de estas familias, que buscan, paso a paso, prueba a prueba, conocer qué ocurrió con sus bebés.

Sin embargo, con las víctimas franquistas, lo único que pudimos arrancar fue un "vuelva usted mañana". Pareció que el Equipo de Gobierno se empeñaba sólo en reconocer la necesidad de atender las seis peticiones formuladas por familiares de desaparecidos, amparados en la primera parte del párrafo primero del artículo 11 de la Ley de Memoria Histórica, que establece que "las Administraciones públicas facilitarán a los descendientes directos de las víctimas que así lo soliciten las actividades de indagación, localización e identificación de las personas desaparecidas violentamente". Pero al PP se le olvida, como siempre, seguir leyendo puesto que este derecho también se reconoce a las asociaciones de Memoria Histórica, constituidas con anterioridad a 2004, y así también lo hace el Acuerdo del Consejo de Ministros de 23 de septiembre de 2011, que regula el protocolo de actuación en exhumaciones de víctimas de la guerra civil y la dictadura.

Y es que esta lectura viciada de la ley es intencionada, porque así casi que podrán "meter la pala" sin rendir cuentas a nadie, ya que muchos de los familiares de los desaparecidos y desaparecidas, desconocen el lugar en el que fueron enterrados. De todos es conocido lo "salvaje" que fueron los fascistas, aniquilando por ideología y tirando los cuerpos por las carreteras de toda España, para que sus descendientes no tuvieran un lugar al que acudir para recordar a sus "muertos". De ahí, que siempre hemos pedido que como paso previo al cierre definitivo del cementerio, se publicaran las listas de enterramientos que tiene CEMABASA en su archivo, para que algún familiar más pudiera conocer si allí reposan sus restos. Pero sobretodo siempre hemos reivindicado que la sepultura digna había que darla a estas 406 personas costara lo que costara, lo pidiera quien lo pidiera, porque es historia "desgraciada" pero historia de nuestra ciudad, y porque 35 años después de recuperado el sistema democrático, tenemos entre todos y todas que recuperar y dignificar a nuestras víctimas.

Pudo hacer todo esto ya el gobierno municipal y no quiso. Pudo hacerlo bajo la colaboración del Comisariado para la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, que en 2010 se dirigió por última vez al Ayuntamiento de Cádiz, sin obtener respuesta, para colaborar con la institución municipal en las exhumaciones de las fosas comunes. Y esto no es una cuestión ideológica sino una cuestión de voluntad y de responsabilidad política, porque ejemplos hay de conservadores que no están reñidos con la ley de Memoria Histórica, como el Alcalde del Ayuntamiento de Málaga, en cuyo cementerio se exhumaron recientemente 2.838 cadáveres.

Por eso, por las prisas con las que se ha anunciado el cierre definitivo del cementerio, por la falta de transparencia en la actuación y en la financiación de la misma, porque no he escuchado a la Alcaldesa explicar qué tratamiento va a dar a las fosas comunes de las víctimas de la guerra civil y la dictadura o si se va a levantar un monolito en el parque en recuerdo de las víctimas franquistas -entre las que también se encuentran funcionarios y ediles de la Corporación del 36-. Por eso, permitan que lo diga así, dudo de la sensibilidad supuestamente manifestada por la Alcaldesa en la rueda de prensa del pasado viernes, y para ello, para exigir, no sólo sensibilidad, estaremos los socialistas, para recordarle que "un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia".

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