Guadalupe Plata. Grupo inaugural

"Queremos escarbar en la basura para encontrar un sonido más podrido"

  • El grupo jienense abre el festival portuense en un concierto que contará también con las actuaciones de Little Cobras, Los Hermanos Cubero y El Increíble Hombre Tigre.

Son tres (Perico de Dios, guitarra y voz-; Carlos Jimena, batería, y Paco Luis Martos, bajo y barreño). Made in Úbeda (Jaén). Tocan blues cavernoso. Su música ha sonado en series de televisión, películas y anuncios de Estados Unidos. Esta noche abren el festival Monkey Week en la sala Mucho Teatro.

-¿Qué tiene de especial el Monkey Week?

-Es un festival maravilloso. Es lo más parecido que hay en España al South by Southwest de Austin. Se nota mucha música por la calle. No son solo los conciertos por la noche. Durante todo el día por toda la ciudad se respira un ambiente musical que lo hace propio y único.

-Es la tercera vez que actuáis en él. ¿Qué significa este festival en vuestra carrera?

-La verdad es que el Monkey ha sido muy importante para nosotros. Aquí nos dimos a conocer al gran público cuando ganamos el Premio Desencaja de la Junta de Andalucía durante nuestra primera participación. Esto nos permitió grabar un disco conjunto con Chin Yi, disfrutar la ciudad de El Puerto que nos gusta mucho y conocer el estudio de Paco Loco. En el estudio de Paco grabamos algunos temas. Se suponía que tenían que ser unos pocos, pero como nosotros aprovechamos muy bien los días de estudio y siempre grabamos en directo pudimos grabar muchos más temas que luego formaron parte de nuestro siguiente trabajo. Al siguiente año volvimos a tocar y disfrutar del festival. Y ésta es la tercera vez que venimos. Si te paras a pensar en el rollo de evolución de un grupo, aquí en el Monkey se puede ver la nuestra: de finalistas de un concurso a ser cabezas de cartel de una noche magnífica con Los Hermanos Cubero, The Legendary Tiger Man y los Little Cobras.

-¿Y cómo ha evolucionado vuestra música en este tiempo?

-Sobre todo la historia está en que hemos tocado muchísimo. Lo hemos dicho siempre, nosotros somos músicos de tocar, animales de directo. No somos músicos de grabar y dar pocos conciertos. Realmente estamos viviendo de la música porque tocamos mucho. Siempre decimos que lo que intentamos es involucionar un poco, en el buen sentido de la palabra. Realmente el blues que hacemos si lo vas desarrollando de una manera poco júnglica, más a lo fino, suele desembocar en un tipo de blues que a nosotros no nos gusta mucho; ese blues estandarizado que se basa en gente haciendo punteos infinitos y aburridísimos. Se supone que ése es el camino que debes seguir, pero nosotros preferimos ir por el contrario. Es en ese aspecto en el que buscamos involucionar. Queremos agarrar de las pelotas, de las tripas, escarbar en la basura para encontrar un sonido más agresivo, oscuro y podrido.

-Además es un blues que bebe de las raíces andaluzas.

-Sí, claro. Realmente no puedes hacer otra cosa. Si pretendes montar un grupo y ser ajeno a todo lo que te ha influido en tu vida, no estás siendo sincero con lo que haces. Como andaluces, como jienenses, tenemos nuestras tradiciones y nuestras cosas que no dejan de influirnos. Por ejemplo, en el tema de la Semana Santa no es cuestión de ser más o menos creyente. Sino que cuando tú eres pequeño, te sacan a la calle, ves una procesión y eso te impacta y te marca. De hecho, es el primer contacto que tienes con la música en directo. Ves unos tambores, ves unas trompetas y eso te llega, fervor religioso aparte. Aquí en Andalucía también es impepinable que el flamenco es algo que está presente. Pues tampoco nosotros podemos evitar escucharlo. Te puede gustar más o menos, pero es algo que está por ahí pululando. Y luego está el blues, que es una cosa que nos gusta mucho y ha sido una especie de empecinamiento. Todo eso se mezcla y de ahí sale Guadalupe Plata.

-A esa mezcla le añadís además un toque oscuro y tenebroso.

-Sí, es que somos muy misteriosos y siniestros. Tenía que haberme puesto un batín de seda negra y beber sangre (bromea). En realidad todo eso viene de los gustos que tenemos: películas, cómics, libros… En verdad no somos gente muy oscura, quitando que Perico es un salvaje que no se para en miramientos y tiene actos sexuales con la guitarra y que Paco Luis hace maravillas con un barreño, somos gente bastante normal.

-¿Cuáles son vuestras influencias musicales?

-Pues fíjate que precisamente en el último single que hemos sacado para los conciertos de Barcelona y Madrid están dos de nuestros referentes. Por un lado está Bambino, que es lo más, y en la otra cara está La vasija de barro de Atahualpa Yupanqui que fue la primera canción que cantamos Pedro y yo de chicos. En el blues tenemos un guía espiritual que es Hound Dog Taylor. Y luego, claro, Muddy Waters o Mississippi Fred McDowell, que es un guitarrista muy podrío. A mí además me gusta mucho la psicodelia, me encanta el Frank Zappa de la primera etapa. Y clásicos de la época como Jimmy Hendrix, la Creedance, o los Cream. Lo que es bueno, pues nos gusta. Y El Cabrero canta muy bien flamenco. ¿Qué será que cuando algo es bueno se nota, sea el género musical que sea? No es lo mismo escuchar una copla del programa 'Se llama Copla' que escucharla cantada por Juanito Valderrama o Antonio Molina. Lo mismo no es tu estilo, pero hay algo que te dice que es bueno.

-Para quién no os haya visto todavía, ¿qué es lo que se va a encontrar en vuestro concierto?

-Primero tres pedazos de bandas como los Little Cobras, que son de El Puerto y tienen un último disco tremendo; Los Hermanos Cubero, que son la leche; y El Increíble Hombre Tigre, que es uno de los mejores one-man band que hay. Y luego los Guadalupe Plata, tres tíos directos que no decimos ni hola ni adiós, tocamos a lo salvaje en plan místico y ponemos caras.

-¿Vais a hacer algún sacrificio durante este Monkey?

-Creo que vamos a sacrificar unos boquerones, unas huevas aliñadas y una ración de ensaladilla.

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