Ayuntamiento

El debate se alimenta de la pose

  • La desesperación de una pareja altera el inicio del Pleno al pedir atención al alcalde. Las mociones se pierden, a pesar de los acuerdos, por la lucha entre el Gobierno y la oposición.

Ni por Semana Santa llega la tranquilidad al Pleno del Ayuntamiento de Cádiz. Las discrepancias políticas se denotan hasta en los temas más nimios, en los que no debería haber diferencias, pero se pasa a una bronca en la que la temperatura ambiente sube. A esto se suma que, con el uso que se da a las redes sociales por parte de los partidos políticos y la retransmisión en directo de las sesiones por Onda Cádiz –aunque ayer se interrumpió a una hora temprana para llevar a los hogares los cortejos procesionales del Miércoles Santo–, la pose en el enfrentamiento ha adquirido una mayor importancia, sobre todo para alimentar a los fieles en los días posteriores al debate. Y todo para que la gran mayoría de las mociones se acaben aprobando por unanimidad. 

La del mes de marzo fue una sesión ordinaria que comenzó torcida desde el primer minuto. La irrupción de una pareja en el Salón de Plenos para reclamar atención al alcalde, José María González, por su situación familiar generó tensión desde el primer momento. Esta se incrementó cuando agentes de la Policía Local procedieron a desalojarles para que pudiera empezar el Pleno, teniendo que intermediar el regidor municipal para que el asunto no fuera a mayores. Aun así, se sucedieron las quejas dirigidas a la clase política. “Hago lo que haga falta por mis hijos. Ya está bien de callarnos la boca, Kichi. Antes de ser político hay que tener corazón y ser humilde. Os falta a todos los políticos. No tenéis corazón. Lo único que queréis es poder, meterse a la gente en los bolsillos para coger dinero”, exclamó la mujer. De fondo, su compañero recriminaba que “a la Michinina le disteis trabajo vosotros porque le partía los plenos a Teófila”. Una frase que recibía la negativa desde el equipo de Gobierno. 

Una situación dramática que se unía a otras protestas posteriores, como la protagonizada por un grupo del Movimiento en Lucha contra el Desempleo y la Exclusión Social que anunció a través de una pancarta que se iban a encerrar en el Edificio Amaya hasta el próximo lunes para pedir empleo. Una acción similar a la que se produjo hace un mes, cuando se quedaron a hacer noche en el Salón de Plenos. 

Dentro del escenario político, lo que parecía una sesión de perfil bajo acabó protagonizada por los diversos roces que se sucedieron. En esta ocasión, los principales enfrentamientos se sucedieron entre la bancada del PP y el equipo de Gobierno, con algún leve conato en el que también estuvo presente por el portavoz del PSOE, Fran González.

Entre las mociones, destacaba especialmente una presentada por el PP para instar al equipo de Gobierno a la puesta en marcha de las medidas de empleo aprobadas en el Pleno extraordinario del pasado mes de septiembre. Un diálogo de besugos en el que el debate se ausentó en forma de monólogos para marcar el territorio. 

Primero, el portavoz socialista, Fran González, aprovechó para desarrollar todo el paquete de medidas propuestas por su partido que se aprobaron. De ellas, resaltó tres que deberían haberse puesto en marcha de manera inmediata: la creación de empresas de economía social para el mantenimiento urbano, la inclusión de cláusulas sociales en los pliegos de condiciones del Ayuntamiento y cambios en la política fiscal. Junto a estas, recordó que esta batería incluía otras para realizar en seis meses y a largo plazo. “La realidad es que estamos esperando a que empiecen a hacer lo que tienen que hacer”, recriminó González sobre este asunto. 

El equipo de Gobierno realizó una salida por la tangente en esta propuesta. En la primera intervención, la edil de Fomento, Laura Jiménez, relató el trabajo del IFEFen materia de empleo. Todo para calificar el uso de este problema como un “arma arrojadiza” y escenificar con la rotura de un folio –la imagen cuenta– lo que se ha hecho por parte de las administraciones con el empleo en Cádiz: “Trocearlo en empleo precario, sin estabilidad y de baja productividad”. 

En su discurso, apareció la situación de la variación de los contratos en fraude de ley en el IFEF. Una denuncia de una ilegalidad que Ignacio Romaní devolvió al equipo de Gobierno con una pregunta: “¿Es cierto que los trabajadores del Urbana son los que han desarrollado el Edusi?”. Más bronca entre el Gobierno y la oposición. 

Para sumar más ingredientes a esta discusión, Manuel González Bauza soltó un discurso sobre la necesidad de un cambio de modelo productivo, cifras sobre el desempleo en Cádiz –con foto y mapa incluidos para reforzar su mensaje visualmente– y la fortuna de Amancio Ortega y los beneficios de Zara. Un argumentario de cara a la galería para salir del paso, algo que es muy habitual por parte de todos los ediles.

Una escapada que también denunció Juan Manuel Pérez Dorao, por parte de Ciudadanos –que por talante juega un papel casi de mero espectador en muchos tema–, en su locución al apuntar que se estaban saliendo del tema a debatir.  Al final, todo derivó en un enfrentamiento entre Ignacio Romaní y Martín Vila –que en ese momento ocupaba el cargo de alcalde accidental–, en el que el teniente de alcalde se alteró más de lo habitual por las acusaciones del popular contra Bauza de tener “a la mayoría de su familia trabajando para la empresa pública”. Al final, acuerdo plenario por unanimidad. 

También salió a relucir la desconfianza que tiene la oposición con el equipo de Gobierno por el tema del pago de los suministros de luz y agua a las asociaciones de vecinos, a pesar de asegurar el concejal de Participación Urbana, Adrián Martínez de Pinillos, que no se iban a cortar los suministros. La propuesta del PP salió respaldada por todos los ediles, pero ni por esas se acabó el enfrentamiento por las suspicacias sobre las intenciones de Podemos y Ganar Cádiz en Común con el movimiento vecinal. “¿Ves las manos levantadas”, le remarcó el alcalde a Romaní tras la votación. 

Hasta una moción como la de la adaptación del Plan de Emergencias Municipal de Cádiz a la apertura del segundo puente fue también un foco de conflicto, teniendo de nuevo a Romaní como protagonista. Aquí apareció el asunto de la crisis de Loreto de octubre de 2014. El edil popular acusó David Navarro de usar a los vecinos de este barrio y le dijo que era “ruin y mezquino”. 

Aunque se dirigió a Navarro, al final la pelea fue con el alcalde, que le llamó al orden antes de iniciar una discusión. “Se ha pasado usted tres pueblos. Que diga que había personas que se alegraban detrás de una pancarta es una cosa muy gorda. No se pase usted de frenada”, le incidió González Santos, mientras que Romaní recordó la salida de los concejales del PP tras el Pleno de Investidura, en la que “recibimos insultos y escupitajos y usted no hizo nada. Ni lo condenó ni hizo nada”. Todo para recalcar Romaní que “está intentando sacar rédito político de las desgracias de las personas”. “Se está quedando solo”, sentenció el primer edil. En este caso, lo que salió adelante fue una enmienda de sustitución del PSOE. 

Con todo, el Pleno de marzo fue menos eterno que en las ocasiones precedentes. Esta vez no hubo necesidad de alcanzar la medianoche, ya que a las 20 horas se dio por finalizada la sesión. Discrepancias entre la unanimidad. La pose siguió alimentándose. Discursos y peleas para reforzarse ante sus seguidores a la espera del avance de la ciudad.

 

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