El extraño incidente diplomático
El cónsul alemán mostró en privado su malestar por una visita al Ayuntamiento de Cádiz de la que no existe constancia
El pasado 4 de julio, durante la celebración en la Base de Rota de la fiesta nacional de Estados Unidos, el hecho más comentado fue la confidencia que el cónsul honorario alemán en Cádiz, Marc Erik Schmelcher, realizó a alguno de los asistentes. Según algunos de los que escucharon directamente del cónsul su queja, había acudido a una cita con el alcalde de Cádiz fijada de antes para tratar con él sobre la llegada del buque escuela alemán, el velero Gorch Fock, al puerto de Cádiz. No era la primera vez que este buque atracaba en Cádiz. Ya lo hizo en la concentración de veleros de 2012.
El cónsul se presentó, según esta versión, a una de las secretarias y habría estado esperando a ser recibido durante una hora y media. Pasado ese tiempo, pidió que se le recordara al alcalde que él estaba allí. La secretaria habría entrado en el despacho del alcalde y dejado la puerta entornada. Entonces el cónsul habría escuchado en el interior palabras ofensivas contra su país, en concreto la palabra nazi referida a Ángela Merkel por alguien que había en el interior. En ese momento, sin esperar más contestación, se dio la vuelta y se fue. En la charla que tuvo con los asistentes a la fiesta del 4 de julio mostró sus dudas de que el barco pudiera venir a Cádiz y que recomendaría que fueran a otro puerto, quizá el de Huelva, en su habitual escala en Andalucía.
Puestos en contacto con el cónsul alemán, este no quiso hacer ninguna declaración al respecto, pero no lo negó, aunque tampoco lo confirmó. Simplemente comentó que no podía hablar de ello.
El incidente, de alguna manera, llegó a oídos de empleados municipales, que empezaron a difundirlo a través de whatshapp y sms, como algunos de los que obran en poder de este periódico. Ninguno de ellos fue testigo personal del incidente, pero básicamente el relato es el mismo, aunque difieren sobre las palabras que pudo escuchar el cónsul.
El alcalde, José María González, no salía de su asombro al enterarse por este medio de lo que circulaba por el Ayuntamiento, ya que no tenía ninguna constancia de que hubiera recibido la visita del cónsul de Alemania. "La agenda de Teófila Martínez estaba borrada cuando nosotros hicimos el relevo, así que desconozco qué había ahí, pero ella misma y el personal que llevaba la agenda no recordaba que hubiera cita alguna con el cónsul, al que se le habría tratado con el respeto que merece. Nadie en mi presencia ha dicho nada contra Alemania en alcaldía e incluso hemos enviado un correo al cónsul alemán disculpándonos si hubiera podido existir un malentendido. Pero ya digo, nadie de los que he preguntado tiene constancia de que el cónsul haya estado en el Ayuntamiento y su nombre ni siquiera figura en el registro. Si nos fiamos del registro, el cónsul nunca ha estado aquí, al menos mientras hay un nuevo gobierno". El cónsul sí estuvo en el Ayuntamiento meses atrás reunido con Teófila Martínez para pedir excusas por un reportaje de Der Spiegel.
Según las fuentes consultadas y que habrían tenido acceso directo al relato del cónsul, éste se habría mostrado partidario de presentar una queja formal, aunque esto tendría que ser algo que se decidiera desde la embajada, según explicó durante la fiesta del 4 de julio en privado. Mientras tanto no hay una versión oficial del extraño incidente diplomático. Si es que éste existió.
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