Ni menta ni citronela: el truco de la abuela para ahuyentar a los mosquitos y las moscas en verano

El buen tiempo y las vacaciones de verano invitan a refrescarse en piscinas naturales durante la tarde, dar largos paseos por el campo al anochecer o, simplemente, cenar en el porche con tus amigos. No obstante, lo que debería ser un tiempo para la relajación y el recreo puede verse chafado por la llegada de unos molestos acompañantes. Y es que las lluvias de la pasada primavera, unido a las altas temperaturas propias de la época del año, ha sido el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de moscas, mosquitas de la fruta y mosquitos. En este sentido, algunas plantas aromáticas pueden ayudarnos a combatir estos insectos.

Los mosquitos y las moscas resultan especialmente molestos durante las noches, cuando al calor se suma el zumbido que pueden importunar tu descanso. El típico arsenal de remedios por todos conocido lo conforman mosquiteras, espráis, enchufes antimosquitos, tiras atrapamoscas... Pero sin duda, la solución más ecológica (y la más barata) pasa por aplicar la sabiduría popular y tener a mano en tu jardín algunas plantas para mantener estos bichos a raya.

Una de estas plantas que actúan como un auténtico repelente de insectos natural es el mentrasto, o lo que comúnmente conocemos como hierbabuena. Si estás fuera de casa, el truco más rápido y eficaz consiste en colocar esta hierba directamente sobre la oreja. "Cuando baja el sol, se pone así cuando se va al campo para ahuyentar a los mosquitos y a las moscas", explica la abuela de Elia, una técnica agroecológica con más de 190.000 seguidores en Instagram (@huertelia).

Así puedes cultivar la hierbabuena o mentrasto

El mentrasto (Mentha suaveolens) es una planta aromática más antigua y pura que la menta (Mentha piperita). Se trata además de una especie endémica del sur de Europa y el Mediterráneo, que se distingue de la menta por tener las hojas más claras, con bordes más lisos y un aspecto más suave. Su aroma, aunque más dulce, puede ayudarte a evitar las molestas picaduras de mosquito. "Huele muy bien, hay por todos los caminos. Son bravas, pero medicinales", resume esta abuela.

Aunque crece durante todo el año, e incluso, de forma descontrolada, el mentrasto puede cultivarse de manera sencilla en tu jardín o en macetas cerca de las puertas y ventanas para evitar la entrada de mosquitos. Esta planta perenne prefiere los climas templados, con luz solar indirecta o sombra parcial, además de suelos húmedos con buen drenaje. Eso sí, no tolera la exposición prolongada al sol durante mucho tiempo ni el encharcamiento: basta con regarla 3 veces por semana.

Aceites esenciales o infusiones, alternativas para evitar las picaduras

La mera presencia del mentrasto y su olor ayudan a reducir la presencia de mosquitos y moscas. No obstante, existen otras soluciones para repeler estos insectos, como la aplicación de aceites esenciales basados en esta planta sobre la piel o la infusión de hojas secas en agua caliente para, cuando se enfríe, verterlas en un pulverizador. De esta forma podrás rociar tu piel o la cama antes de dormir sin temor a que te piquen los mosquitos, dejando además un olor agradable y natural en la habitación.

¿Y si ya te han picado? No hay problema, pues el mentrasto contiene mentol como principal componente bioactivo, que ayuda a aliviar el picor y la irritación de la piel. Simplemente, puedes aplicar hojas machacadas o el propio aceite esencial sobre la zona afectada.