Al lado del edificio de Correos se encuentra uno de los negocios de churros más antiguos de la ciudad de Cádiz, La Guapa. Ir a la plaza a hacer unos recados y no detenerse a probar los churros de este establecimiento debería ser considerado ‘un pecado mortal’. Es cierto que la ubicación no siempre ha sido la misma, el puesto actual es relativamente reciente, del 2009 tras la reforma integral de la plaza, pero siempre se ha encontrado alrededor de la plaza.

“Un negocio familiar, fundado a finales del siglo XIX”, contaba su actual dueño, José Antonio Luna. “Al principio, la venta de churros sería ambulante, y no sería hasta el año 1933 cuando se establecieron los quioscos que hoy conocemos”.

La fama de este establecimiento llegaría en los años 30 del siglo XX, cuando Carmen Pecci se hizo cargo de él. El actual nombre del establecimiento viene debido a la belleza de su propietaria a quien le apodaban “La Guapa”.

Desde que José Antonio ha tenido uso de razón, su vida ha estado relacionada con el mundo de los churros. Tanto su padre Ambrosio, como su tío Juan, desde los 15 años han estado trabajando en el sector. Tras la jubilación de Carmen Pecci en 1973 el puesto pasó a manos de Ambrosio que más tarde se lo traspasaría a su hijo José Antonio.

Sus comienzos también fueron a una edad muy temprana. En cuanto terminó el graduado escolar, José Antonio, comenzó a cubrir las bajas o vacaciones de los empleados. Tanto para él como para su familia, ser churrero es un orgullo, asegura.

La pandemia fue un golpe muy duro. “Las ayudas no eran suficiente, por lo que tuvimos que apretarnos el cinturón” afirmaba José Antonio. El turismo, fundamental para el sector de la hostelería, vio como se disminuía por culpa de la Covid.

Gran parte de su éxito radica en la diferencia con el churro de Madrid. En Cádiz los churros se venden al peso y recién hechos. En ciudades como Madrid, los churros en muchos establecimientos se hacen a primera hora de la mañana, se venden por unidades e incluso llegan a servirse fríos. La calidad del churro gaditano es reconocida por el turista. En temporada alta, las colas aumentan considerablemente. Esto, compaginado con la clientela fija de toda la vida, hacen que 'La Guapa' esté hoy por hoy es un gran momento de su historia.