La agonía de una mantarraya atrapada en los corrales de Rota

Una mantarraya, más concretamente un ejemplar de Taeniura grabata, conocida comúnmente como chucho negro, ha sido la involuntaria protagonista de una escena que ha conmovido a numerosos usuarios de redes sociales. En una serie de vídeos publicados en la cuenta de TikTok de @andresbarbarota, se documenta el angustioso momento en el que este animal marino queda atrapado en uno de los tradicionales corrales de pesca de Rota, en la costa gaditana. Las imágenes muestran, paso a paso, la lucha del animal por liberarse y su eventual regreso al mar gracias a la subida de la marea y la ayuda de los corraleros que se quedaron pendientes de que el animal se mantuviera con vida.

En el primer vídeo se observa a la mantarraya en un espacio muy reducido, claramente atrapada entre las paredes de piedra del corral. Se la ve tranquila y sin posibilidad de salir y con algunas dificultades para respirar, algunos de los corraleros le echan agua para mantenerla hidratada. En el segundo vídeo, el animal sigue encerrado, visiblemente más cansado y con movimientos más lentos, una clara señal del estrés que le ha provocado su confinamiento en ese entorno poco natural para su especie.

En el tercer vídeo publicado en esta cuenta, se ve el momento en el que la mare comienza a subir y el agua empieza a llenar de nuevo los corrales, pero lo cierto es que no se puede apreciar cómo llega ese agua tan necesaria para que se pueda mantener con vida el chucho negro, esto ha suscitado muchísimo interés entre los usarios de TikTok que esperan con ansía en vídeo en el que aparece finalmente el pez pudiendo salir de ese confinamiento.

El creador de contenido @andresbarbarota ha desvelado que pronto subirá esos instantes aunque ha respondido a los que le han preguntado qué es lo que ha sucedido al final con este chucho negro atrapado en los corrales de Rota. El suceso ha generado múltiples reacciones entre los usuarios, que celebran el final feliz pero también advierten sobre la necesidad de preservar la biodiversidad marina y revisar el impacto que estas estructuras tradicionales pueden tener en especies no destinadas a la pesca.

¿Qué es un Taeniura grabata?

El animal protagonista de esta historia pertenece a la especie Taeniura grabata, un tipo de raya de la familia Dasyatidae. Popularmente se le conoce como chucho negro, y habita en aguas tropicales y subtropicales del Atlántico oriental, desde el sur del Mediterráneo hasta las costas de Angola, incluyendo las islas de Cabo Verde y Canarias.

De cuerpo aplanado y forma discoidal, el chucho negro puede alcanzar hasta 2 metros de longitud si se cuenta su larga cola. Su piel es lisa y de color oscuro, lo que le confiere su nombre común. Carece de aguijón venenoso, a diferencia de otras especies de rayas, y no representa un peligro para los humanos. Se alimenta principalmente de pequeños moluscos, crustáceos y peces que captura en fondos arenosos o fangosos.

Se trata de una especie costera que suele habitar entre los 10 y 60 metros de profundidad, aunque no es raro que se acerque a aguas más someras en busca de alimento. Esta preferencia por fondos bajos explica cómo pudo quedar atrapado en el corral de pesca de Rota, especialmente durante la bajamar, cuando el nivel del mar desciende y estos recintos de piedra se convierten en trampas naturales para la fauna marina.

El caso de esta mantarraya atrapada sirve como recordatorio del delicado equilibrio entre las prácticas humanas tradicionales y la conservación de los ecosistemas marinos. Aunque los corrales de pesca forman parte del patrimonio histórico de la costa andaluza, también es fundamental asegurar que no se conviertan en trampas involuntarias para especies vulnerables o no comerciales.