Son historias que pueden provocar sorna entre los lectores pero para Malcolm MacDonald, un ciudadano del condado británico de Norfolk, no tuvo ni pizca de gracias.
Fueron los presentadores de un programa del mediodía de La Sexta los que recuperaron su caso, del que intentaron sacarle todo el partido posible y con el que lograron sacar adelante varios minutos de su programa.
El caso es el de Malcolm MacDonald, de 47 años de edad, residente en Norfolk, en Gran Bretaña. Malcom se pasó seis años con un pene injertado en el antebrazo . Fue una infección en la sangre lo que provocó que su órgano original se le pudriera y se le cayera.
Tuvieron que conectar el pene a los vasos sanguíneos de su brazo para mantener el tejido saludable.
El procedimiento para trasladarlo a su ingle terminó retrasándose seis años debido a las citas perdidas, la escasez de personal y la pandemia.
Es fácil pensar que este inesperado apéndice, cuya presencia en su cuerpo, en un lugar inadecuado, se prolongó más de lo deseado le llegó a provocar serios problemas personales y emocionales, tales como la separación de su pareja, con la que ya tenía un hijo.
Seis años después, MacDonald ha logrado que, tras una cirugía de nueve horas de duración, su pene vuelva a su lugar de origen y, por fin, su vida pueda retornar a la normalidad.
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