Las intolerancias alimentarias están a la orden del día en el panorama actual, cada vez son más personas las que desarrollan algún tipo de reacción a ciertos alimentos o componentes de los mismos y eso ha provocado que sean muchos los que se interesen sobre cómo poder mejorar ese aspecto de su vida para poder comer sin ningún tipo de problema. 

En los últimos tiempos se han desarrollado tanto en adultos como en niños intolerancias al gluten, a la lactosa, fructosa y a los frutos secos, entre muchas otras. Por eso hay que estar muy pendiente de las etiquetas de cada producto cuando se va al supermercado a adquirirlos o en el caso de acudir a un bar, pedir la carta de alérgenos para asegurarnos de que lo que se vaya a pedir sea seguro para el comensal. 

Para poder detectar con total seguridad este tipo de intolerancias, hay que acudir a un especialista para que diagnostique exactamente qué es lo que le sucede al paciente, porque no siempre es causa de una intolerancia sino que el malestar puede estar provocado por algún tipo de infección.

¿Qué es la giardia?

La giardia es un tipo de infección intestinal caracterizada por cólicos estomacales, hinchazón, náuseas y episodios de diarrea acuosa. La infección por giardia es causada por un parásito microscópico que se encuentra en todo el mundo, en especial, en las zonas con higiene deficiente y con agua contaminada.

Los parásitos se encuentran en lagos y arroyos en las zonas rurales, pero también en suministros públicos de agua, piscinas, jacuzzis y pozos. La infección por giardia puede transmitirse a través de los alimentos y mediante el contacto de persona a persona.

Este tipo de infecciones, por lo general, desaparecen en unas pocas semanas. Pero es posible que se tengan problemas intestinales durante mucho tiempo después de que los parásitos hayan desaparecido. Varios medicamentos, por lo general, son efectivos contra los parásitos de giardia, pero no todas las personas responden a ellos. La prevención es la mejor defensa.

Síntomas

Algunos de los síntomas más habituales en este tipo de infecciones intestinales son: 

• Diarrea líquida y, a veces, con olor desagradable que puede alternar con heces blandas y grasosas
• Fatiga
• Cólicos estomacales e hinchazón
• Gases
• Náuseas
• Pérdida de peso
• Dolores de cabeza
• Fiebre baja

Si algunos de estos síntomas persiste durante más de una semana habría que consultar a un médico para ver si puede tratarse de giardia y puede mandar al paciente el tratamiento pertinente para acabar con esta infección. 

Tratamiento

El tratamiento con antibióticos es efectivo para la mayoría de las personas. Estos incluyen tinidazol, nitazoxanida o metronidazol. Si los síntomas no desaparecen, se intentará un cambio en el tipo de antibióticos. Los efectos secundarios de algunos de los medicamentos utilizados para tratar la giardia incluyen:

• Sabor metálico en la boca
• Náuseas
• Reacción grave al alcohol

En la mayoría de las mujeres embarazadas, el tratamiento no debe comenzar hasta después del parto. Algunos fármacos utilizados para tratar la infección pueden ser dañinos para el feto.