La mayor parte de la provincia de Cádiz se está viendo libre de los efectos de la calima que está cubriendo buena parte del país, con la llegada de partículas de polvo en suspensión procedentes del Sahara y que provoca lo que popularmente se conoce como "lluvia de sangre".

La presencia de una borrasca ubicada en el golfo de Cádiz está evitando los efectos nocivos de este efecto meteorológico. La lluvia de arena, que provoca imágenes muy coloristas allí donde se produce con más fuerza, ha entrado en España por el sudeste, evolucionando hacia el centro del país. La borrrasca sirve de muro de contención para buena parte de nuestra provincia reduciendo su efecto a medida que nos acercamos a Málaga. De esta forma la concentración de polvo es muy escasa, según destaca el meteorólogo Manuel Salguero.

Este es un fenómeno natural que se puede producir en cualquier época del año, aunque resulta algo más habitual durante el verano. Con todo, en 2017 sí hubo una tormenta de arena en el mes de febrero. Eso sí, Salguero destaca que en esta ocasión la calima ha llegado con más fuerza que en otras ocasiones, hasta el punto que junto a imágenes rojizas del cielo, en muchas ciudades los vehículos estacionados han amanecidos cubiertos de barro.

De cara a la salud, allí donde se produce una mayor concentración en el aire de estas partículas, se recomienda no hacer deporte en la calle y mantener el uso de las mascarillas como protección, aunque se espera que en uno o dos días este fenómeno pase. Para esta jornada indica Salguero que "la menor concentración de polvo en suspensión hoy la esperamos en la Costa de la Luz, donde apenas se enterarán en comparación con las provincias orientales, principalmente Almería".