Annette, la triste historia de la presentadora que enamoraba a los personajes de 'Grease'

Esta actriz fue la primera chica Disney de la televisión. 'The Mickye Mouse Club' se estrenó en EEUU en 1955

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Annette Funicello, primera chica Disney
Annette Funicello, primera chica Disney
Francisco Andrés Gallardo

06 de julio 2025 - 16:14

El concepto de las chicas candorosas que animaban a un público infantil con bailes y sonrisas no era ninguna novedad. En los años 50, Estados Unidos ya había dado vida a esta fórmula con The Mickey Mouse Club, un programa estrenado en 1955 por la cadena ABC que marcó un hito cultural. En España, la estricta censura de la época habría hecho imposible un formato tan desenfadado. En este primer Club Disney surgieron las Mouseketeers, un guiño juguetón que combinaba mouse (ratón, por Mickey) con musketeers (mosqueteros), y entre ellas destacó una figura que se convirtió en un ídolo juvenil: Annette Funicello.

A los 12 años Annette Funicello fue descubierta por el mismísimo Walt Disney tras su actuación en un ballet de El lago de los cisnes. Su carisma natural la llevó a convertirse en la primera gran estrella juvenil nacida en la televisión. Junto a otros Mouseketeers como Sharon Baird, Bobby Burgess, Lonnie Burr o Tommy Cole, Annette formó parte de un grupo que combinaba actuaciones, juegos y entrevistas, sirviendo de puente para los cortos animados de Disney. Para los estadounidenses de la época, estos nombres evocan la misma nostalgia que en España podrían despertar figuras como Laura Valenzuela o Blanca Álvarez.

El éxito de Funicello fue meteórico. Pronto protagonizó sus propios segmentos en el programa, series grabadas en directo que la convirtieron en un rostro imprescindible. De ahí dio el salto a la música, con baladas candorosas que le valieron discos de oro, y al cine, donde participó en comedias juveniles conocidas como beach party movies, un subgénero donde el bikini era casi un personaje más. Productores ávidos de explotar su imagen la convirtieron en un símbolo sexual adolescente, algo que hoy resulta incómodo por su juventud y el machismo implícito de la época.

Annette en la cultura popular: de diosa a parodia. En 1978, la película Grease inmortalizó su legado con un guiño cargado de ironía. Annette, ya una figura idealizada, era el estándar de belleza al que aludían los estudiantes hormonales del filme. En una escena, Kenickie (Jeff Conaway) presume:

“—¿Alguien tiene las tetas más grandes que Annette?

—Nadie tiene las tetas más grandes que Annette”.

En la canción Look at Me, I’m Sandra Dee, Rizzo (a cargo Stockard Channing) se burla de la ingenua Sandy (la recordada Olivia Newton-John) comparándola con la pureza de Doris Day, pero también con Annette, a quien ve como una versión más sensual, aunque igual de intocable: “Would you pull that crap with Annette?” (“¿Te atreverías a hacer esa guarrada con Annette?”), cuando el oso panda de peluche se topa con sus bragas. Estas referencias muestran cómo Funicello, para los estadounidenses, era un símbolo a la vez de inocencia y deseo, una combinación que reflejaba los valores contradictorios de los años 50 y 60.

Junto a ella, otro nombre recurrente era Frankie Avalon, su compañero en varias beach party movies. Avalon también aparece en Grease, interpretando al ángel de la guarda en Beauty School Dropout, una autoparodia que rememora sus días de ídolo juvenil en aquellas películas playeras. Este subgénero, ligero y despreocupado, encasilló a ambos en roles juveniles de los que les costó escapar.

Una foto promocional de una de las películas de Frankie Avalon y Annette Funicello
Una foto promocional de una de las películas de Frankie Avalon y Annette Funicello

Annette vivió una adolescencia intensa bajo los reflectores, pero el encasillamiento marcó su carrera. En 1965, con apenas 23 años, se casó, formó una familia y se alejó de los escenarios durante dos décadas. En los años 80 intentó un regreso junto a Frankie Avalon, pero poco después le diagnosticaron esclerosis múltiple. Luchó contra los estigmas, desmintiendo rumores de adicciones que buscaban explicar su deterioro físico, y creó una fundación para apoyar a otros pacientes con esta enfermedad degenerativa. Su vida, que había sido un sueño americano, terminó en una dolorosa decadencia hasta su fallecimiento en 2013, a los 70 años.

Hoy, en el Disney Village de Disneyland Paris, un restaurante ambientado en los años 50 lleva el nombre de Annette, un homenaje a esta pionera del mundo Dinsey en la televisión que encarnó un momento cultural y sus contradicciones.

Funicello no fue solo la primera chica Disney, sino un reflejo de una era donde la inocencia juvenil se mezclaba con estereotipos sexistas y la maquinaria de Hollywood. Su legado, con sus luces y sombras, sigue vivo en la memoria colectiva estadounidense y entre los forofos de Grease.

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