Kiko Rivera admite que tras el ictus sufrió el pasado otoño su vida tiene que ser otra. Se cuida más y también intenta cuidar más a los demás. El dj aparecía este viernes en Canal Sur en El show de Bertín y fue a desahogarse, a encontrarse con amigos y también a echar un buen rato ante las cámaras. Habituado a noches más difíciles en los Deluxes y similares, estuvo relajado con Bertín Osborne para reconocer vivencias, meteduras de pata y un "necesario" encuentro con su madre, Isabel Pantoja, que se supone que terminaría siendo rentable para ambos con alguna publicación. Va "a poner sus energías" en esa reconciliaciñon 

Tras el ictus y sin tener un contacto estrecho con su madre, Kiko ha vivido unas "Navidades complicadas", ya que además de estar distante con su madre también está peleado con su hermana Isa. La enfermedad le ha obligado a cuidar el corazón y la circulación vascular, y por tanto, los sobresaltos, las emociones fuertes. De ahí que los reencuentros han de ser calculados. 

En su conversación con Bertín recordó cuando tuvo una videollamada con su madre, "casi me da otro ictus". Fue tajante: "Lo que necesito ahora mismo es que mi madre me dé un abrazo". Es lo que pide el hijo de Isabel Pantoja.

Cuenta las horas para poder tener ese instante en el que, al fin, puedan verse. El dj ha vivido su experiencia más al límite, con sus consecuencias latentes y está dispuesto a velar por su salud junto a su esposa, Irene Rosales, y a crear un clima que permita una reconciliación con el resto de la familia sin disgustos añadido. Quien tiene más de su lado es a su hermano Cayetano, con el que incluso ha compartido fotos en tranquilas tardes de parque.