Cuando pensamos en veterinarios, a menudo los asociamos con la atención de mascotas y animales de granja. Sin embargo, su labor va mucho más allá. En este reportaje, exploraremos cómo estos desempeñan un papel vital en la promoción de la salud pública, trabajando incansablemente para prevenir enfermedades y proteger a la población.

El vínculo entre la labor de los veterinarios y la salud pública es más sólido de lo que muchos imaginan. Aunque su trabajo es fundamentalmente sobre el cuidado de animales, su impacto se extiende directamente a la salud de las personas. Los veterinarios son esenciales en la detección y prevención de enfermedades zoonóticas, que se transmiten de animales a humanos.

Prevención de las zoonóticas

Las enfermedades zoonóticas, como la rabia, la brucelosis y la influenza aviar, pueden tener un impacto devastador en la salud pública. Los veterinarios desempeñan un papel crucial en la vigilancia y control de estas enfermedades. La rabia, por ejemplo, es de carácter letal y se propaga principalmente a través de la mordedura de animales infectados. Estos profesionales son esenciales en la vacunación y en el control de poblaciones que puedan portar la enfermedad.

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Inocuidad alimentaria

La seguridad de los alimentos es una prioridad crítica en la salud pública. Los veterinarios que trabajan en la inspección de estos garantizan que los productos de origen animal estén libres de patógenos peligrosos.

La carne, los huevos y los productos lácteos son parte fundamental de la dieta humana, y estos profesionales trabajan para asegurar que estos no representen un riesgo para la salud pública. Su labor contribuye directamente a la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos y garantiza que los que llegan a nuestras mesas sean seguros para el consumo.

Control de enfermedades infecciosas

Además de prevenir enfermedades zoonóticas, los veterinarios también están involucrados en la prevención y control de enfermedades animales que pueden afectar a las poblaciones humanas. La influenza porcina, la fiebre aftosa y la gripe aviar son ejemplos de estas. Estos profesionales se encargan de la vigilancia, la gestión de brotes y la implementación de medidas de control.

La presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz (COLVET), Cristina Velasco, comparte su visión sobre la vital labor de los veterinarios en la protección de la salud pública. Destaca la importancia de la colaboración entre este colectivo, médicos y otras disciplinas, para abordar cuestiones de salud pública de manera integral, bajo el concepto “One Health”: control de zoonosis, promotores y garantes de la seguridad alimentaria y uso responsable de antibióticos.

“Los veterinarios son verdaderos guardianes de la salud pública, trabajando incansablemente para prevenir enfermedades y proteger a la sociedad. Su labor en la detección y control de enfermedades zoonóticas, la seguridad alimentaria y la gestión de enfermedades infecciosas es fundamental para mantener a la población a salvo. Su trabajo silencioso pero esencial merece un reconocimiento más amplio por su contribución a la salud y el bienestar de todos”.

Los veterinarios están en la primera línea de defensa, protegiéndonos de amenazas a la salud pública y asegurando que podamos vivir en un mundo más seguro y saludable. Son héroes silenciosos que merecen el reconocimiento que se les otorga por su labor incansable en beneficio de la salud de todos nosotros. Ellos cuidan de los animales y, al hacerlo, cuidan de toda la comunidad.