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Los cuatro errores fiscales más comunes de los autónomos

Trabajador del entorno digital.

Trabajador del entorno digital. / R. D.

La burocracia es uno de los principales problemas que encuentran los autónomos en su día a día y puede resultar un grave impedimento en el ejercicio de su actividad. Según el primer Informe sobre la Declaración de la Renta y Política Fiscal Española elaborado por TaxScouts, la plataforma online que simplifica la presentación de impuestos a autónomos y particulares, el 92% de los trabajadores autónomos cree que la administración pública debería simplificar la cantidad de trámites burocráticos y así facilitar e incentivar el emprendimiento.

Los problemas derivados de una burocracia confusa y poco ágil son varios, pero entre ellos se incluye la posibilidad de cometer errores, bien por descuido o falta de comprensión. A largo plazo, estos errores pueden tener consecuencias más importantes, como sanciones o la imposibilidad de desarrollar la actividad laboral. TaxScouts desgrana los principales errores y sanciones en que pueden incurrir los autónomos y cómo evitarlos:

Darse de alta fuera de plazo

Los trabajadores por cuenta propia que no se den de alta en el plazo indicado tendrán un recargo del 20%, así como la pérdida del derecho a bonificaciones y otras reducciones sobre la cuota, como la tarifa plana de 60 euros, que pasará a ser de 80 euros a partir de enero de 2023.

Cuando la fecha de alta en la Seguridad Social y la fecha de alta en la Agencia Tributaria son distintas, se pierde la posibilidad de acogerse a la tarifa plana, por lo que el autónomo tendría que pagar la cuota mínima de autónomo de 294 euros, lo que se traduciría en una diferencia de más de 2.800 euros durante el primer año de actividad, conforme a las cuotas actuales.

Tener deudas con la Seguridad Social

No pagar las cotizaciones sociales en tiempo y forma a la Seguridad Social tiene diferentes niveles de sanción, dependiendo de la infracción, que van desde las multas económicas hasta penas de cárcel en los casos más extremos.

En el caso de las cotizaciones de autónomo, por ejemplo, pagar con retraso una cuota dentro del mes siguiente tendría un recargo del 10% y a partir del segundo mes del 20%. Además, si se está aplicando la tarifa plana, perderemos la bonificación de la tarifa plana durante los meses en los que no se haya pagado a tiempo, más el recargo, por lo que un retraso en el pago de los 60 euros significa tener que abonar más de 300 euros con las tarifas actuales.

En el caso de tener empleados a cargo, las infracciones relacionadas con cotizaciones o relaciones laborales dan lugar a sanciones más elevadas y las multas pueden oscilar entre los 626 euros y los 6.250 euros, en los casos más graves.

Presentación de documentación fuera de plazo

En el caso de haber presentado el modelo 303 fuera de plazo, los autónomos se enfrentan a un recargo, no a una sanción, aunque esta puede llegar en el caso de que el trabajador por cuenta propia deje pasar tanto tiempo que Hacienda envía un requerimiento.

Este recargo será de un 1% por cada mes de retraso y, en caso de llegar a los 12 meses, se aplicará un recargo del 15% más intereses de demora. En caso de que la declaración sea negativa o informativa, la sanción por entrega fuera de plazo puede ser de 200 euros y se reduciría a 100 euros por las reducciones de pagar en plazo.

No realizar el pago correctamente

Los modelos trimestrales, por su propia naturaleza y las prisas habituales de los autónomos, suelen estar sujetos a mayor número de errores, que provocan un pago mayor o inferior al requerido y que serán considerados como una infracción por la Agencia Tributaria.

Ante estas posibles situaciones, el proceso de la Agencia Tributaria es la de la regularización del modelo tributario, quitando el gasto no deducible e introduciendo la factura de venta que se traspapeló y, después, volver a calcular el resultado real del impuesto. Si demuestra mala fe, como la inclusión de documentación falsa, pueden existir sanciones proporcionales entre el 50 y el 150%, pudiendo llegar hasta los 3.000 euros.

“La fiscalidad para los autónomos españoles puede resultar complicada y farragosa, especialmente si nos comparamos con otros países de nuestro entorno como Dinamarca, donde el proceso de alta es gratuito, online y no se pagan cuotas, sino en base a la facturación. Los profesionales en nuestro país le tienen que dedicar mucho tiempo a los trámites de Hacienda y la Seguridad Social: las diferentes altas, los impuestos trimestrales… Y todo esto, además, enfrentándose a trámites confusos y largos, que pueden provocar falta de comprensión y errores a la hora de presentarlos que, en última instancia, se traducen en sanciones de diversa índole”, afirma el General Manager de TaxScouts España, Jaume Suñol, que defiende las bondades de contar con "una ayuda profesional y accesible" como la que ofrece su plataforma.

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