Los niños saldrán de casa. Una hora al día, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche. Acompañados de un adulto y para pasear, jugar o hacer ejercicio físico siempre y cuando se mantengan las medidas de seguridad: distancia, lavado de manos y no acercarse a parques o compartir juguetes.

A pesar de las limitaciones, la hora de paseo hará las delicias de los menores de hasta 14 años, pero también de sus padres que verán ese tiempo como el ideal para que los niños corran, salten y gasten energías.

Sí es cierto que el no poder jugar con los amigos, ni compartir juegos o acudir a parques hará que algunos días haya que pensar en maneras de entretener a nuestro hijo porque, si es muy activo, un simple paseo sea poca cosa. 

Te proponemos algunos juegos para la hora de paseo:

Carrera de obstáculos

Los niños podrán sacar sus bicicletas, patines o patinetes. En una zona verde, avenida grande o algún solar cercano (a un kilómetro del domicilio) son espacios ideales para que crees un circuito de obstáculos. Con los patines podrán saltar, hacer zig zag o piruetas. Con el patinete además, hacer pequeñas carreras y con la bicicleta un circuito de obstáculos (nos sirven palos, cuerdas o alguna madera pequeña que tengamos en casa).

Niño en bicicleta

Con la bicicleta podrás inventar una carrera al revés: gana el más lento. Es una forma divertida de aprender a mantener el equilibrio y sin el peligro de que se escapen a mucha distancia.

Juegos tradicionales

Un buen momento para recuperar juegos tradicionales, que a buen seguro, muchos niños no conocerán. Si tienes más de un niño (se puede salir un adulto hasta con tres menores), la goma o elástico de toda la vida es un buen aliado. Hará ejercicio físico, no tendrán la tentación de jugar con otros niños y aprenderán cómo jugaban antes sus padres o abuelos. 

Si es un niño solo, puedes buscar un árbol o valla y sujetar la goma de un lado, al otro deberás ponerte tú y el pequeño que salte. Lo mismo ocurre con el pañuelito, la comba o el pollito inglés. Lo ideal sería que el niño tuviera compañeros de juego, pero ante esta imposibilidad (al pollito inglés si otro amiguito está a dos metros de distancia y no se tocan no habría problema), habrá que adaptar los juegos. 

Observar la naturaleza

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Las familias que viven en pueblos o zonas cercanas al medio rural son las más afortunadas porque en un paseo de una hora bien pueden disfrutar de la naturaleza. 

Si solo pasear resulta aburrido para los más traviesos, se puede jugar a observar. Ir anotando en un cuaderno los insectos, flores o animales que ve. También puede dibujarlos o llevar un diario de cómo va creciendo una determinada planta.

Búsqueda del tesoro

Hay que seguir lavándose las manos con frecuencia y los geles siempre deberían estar en nuestro bolso cuando salgamos a la calle. Lo ideal sería que no tocaran muchas cosas, pero una pequeña búsqueda del tesoro, aunque sea por las calles aledañas a nuestro hogar, no sería mala idea. Elabora un mapa del tesoro con pistas parque encuentre un juguete suyo o algún elemento que destaque de la zona y que hayas visto con anterioridad. Una hora da para mucho...

Tiempo para buscar el tesoro.

Bolos

Si el niño o niña tiene bolos en casa es una buena opción para salir a la calle. En una acera amplia o un pequeño bulevar o similar se pueden colocar los bolos, tomar algo de distancia, precisión y tirar... sirve tanto si es hijo único como si son varios. 

Dar 'toques'

Jugar en la calle.

Jugar al fútbol será complicado, pero con el balón sí podrán jugar el adulto y el menor o menores a su cargo a pasarla o a dar 'toques'. Una competición nunca viene mal... 

Paseo disfrazado

Un paseo convertido en su personaje favorito. Si tienes disfraces en casa y los niños son pequeños o no tienen reparos en salir a la calle simulando ser otra persona, no lo dudes. Un paseo a buena temperatura con Frozen, Batman o un domador de leones. También se puede improvisar disfraces con lo que tenemos en casa. Un divertido rato en la calle.

Pasear a la mascota

Aprovecha la hora para salir con los menores para sacar también a la mascota. Sin embargo, no lleves tú al perro. Si el niño o niña tiene edad suficiente para hacerse cargo del animal, deja que ellos sean responsables del perro y manejen la correa. Ahora ellos serán los adultos que paseen al perro.